Hace exactamente un año el -en aquel entonces- presidente Donald Trump, parado en un templete frente a la Casa Blanca en Washington dijo: “Never give up, never concede (Nunca darse por vencido, nunca ceder)”. Fue el grito de motivación para que minutos después cerca de 10 mil seguidores invadieran el recinto del Congreso donde se celebraba la validación de la elección del pasado mes de noviembre, que confirmara oficialmente la victoria electoral de Joe Biden. Fue un acontecimiento histórico, inédito, reprobable, lamentable y criticable.En nuestra reflexión de hace un año sobre los acontecimientos dijimos: Inédito, porque nunca en la historia de este país se había llegado a estos extremos. De que se violara el Congreso y que un manifestante llegara y se sentara en la silla de la presidencia del Senado en medio de un protocolo oficial, obligando la evacuación del Vicepresidente Mike Pence y de los legisladores.Reprobable, porque sin justificación se manifiestan para exigir corregir un proceso electoral que fue legal, donde las imputaciones sobre irregularidades fueron rechazadas por autoridades electorales estatales, verificadas en algunas entidades hasta en tres ocasiones y ratificadas por la Corte Suprema de la Nación.Lamentable, porque ya costó vidas en la refriega dentro del Congreso.Criticable, porque no se habían tomado las medidas de seguridad, cuando se sabía de antemano del irresponsable mitin que había convocado Trump a la misma hora de la cesión de validación de la elección y las consecuencias que podría provocar. Por la presencia del Vicepresidente y del Congreso en pleno, se requiere que el Servicio Secreto hubiera tomado las providencias pertinentes, lo mismo que los alguaciles (marshalls) por tratarse de un recinto federal, además del apoyo de la policía local.Un año después Donald Trump continúa avivando las llamas del conflicto con sus desenfrenadas mentiras y resentimientos ilimitados y cuya versión retorcida de la realidad aún domina al partido republicano.Hoy la tempestad ha pasado, aunque la figura de Trump -sin estar en el escaparate- continúa teniendo presencia e influencia en el partido republicano y en la conciencia de muchos norteamericanos.Hasta el momento no hay certeza de cuál será el siguiente paso de Trump. Muchos sospechan que quiere buscar la presidencia nuevamente; otros piensan que seria un suicidio; hay quienes opinan que es necesraio para darle rumbo a un pais que parece que ha pedido direccion en muchos sentidos y que Trump puede ser la clave, mientras que un gran sector de la poblacion opina que su regreso a la oficina oval de la Casa Blanca seria el retroceso mas grande que Estados Unidos pudiera tener un su historia.Las heridas de la invasión del capitolio están aún frescas, las investigaciones sobre las responsabilidades -de Trump- están estancadas en el seno del Congreso, muchos ciudadanos están desconcertados y con la interrogante de saber si la derrota electoral de Trump fue una bendición o si la llegada de Biden fue un error. Esto solamente la historia nos lo dirá. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
