Ya lo he dicho y no me cansaré de repetirlo: estoy convencido de que “No nos moverán” es la mejor película mexicana del último año. Nominada a 15 premios Ariel, la ópera prima de Pierre Saint Martin tendría que ser la pieza que levante la estatuilla al Mejor Largometraje el próximo 20 de septiembre. Y hoy sigue en cartelera. Si no la has visto, date la oportunidad.Socorro -interpretada por una Luisa Huertas que entrega una actuación magnética- es una abogada obsesionada con encontrar al soldado que asesinó a su hermano en la masacre de Tlatelolco en 1968. Pero ¿qué hará cuando esté frente a frente con el hombre que jaló el gatillo… si es que alguna vez lo encuentra?Filmada en blanco y negro por la siempre certera cámara del cinefotógrafo César Gutiérrez Miranda, “No nos moverán” es una pieza envolvente en la que conviven la comedia corrosiva, el drama histórico, el thriller de investigación y hasta algunos dispositivos del film noir. Es, además, una cinta bordada con los hilos del perdón, la venganza, la obsesión y la memoria (individual y social).Si bien es cierto que otras películas nacionales han revisado los trágicos eventos ocurridos hace 57 años en la Plaza de las Tres Culturas, lo que “No nos moverán” propone se siente fresco, emocionalmente rico y confrontativo a la vez. A través del viaje de su protagonista, de su trama de investigación y de su acabado casi anacrónico, el filme habla sobre una de las grandes heridas abiertas de nuestro país y la importancia de no olvidar, así como sobre dolores que permanecen y para los cuales no hay analgésico efectivo.Saint Martin ha logrado una cinta política que no es panfletaria ni aleccionadora, sino humana en todos sus frentes. Ha logrado un relato que trasciende lo autorreferencial (la película está libremente inspirada en eventos cercanos al director), en el que todos podemos reconocernos en sus luces y oscuridades, en el que nos reflejamos porque, hoy, seguimos atorados en el desencanto social y la vergüenza histórica. Porque no hay agua que sacie la sed de justicia.