Viernes, 26 de Abril 2024

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San Isidro, historia de una victoria campesina

Por: Rubén Martín

San Isidro, historia de una victoria campesina

San Isidro, historia de una victoria campesina

“Hoy toda la mañana acariciamos la tierra, lloramos de alegría (llora de nuevo), son muchos años de lucha, se veía que se estaba perjudicando a la esperanza de esta lucha, pero doy gracias al gobierno federal y sí procedió y tuvimos la ejecución. Fue una entrega total de 260 hectáreas, de las cuales 120 nos entregaron ya y lo demás se va a ir recuperando conforme se vayan recuperando las tierras que ahora están cultivadas”. Así me explicó ayer Raúl de la Cruz Reyes, presidente del comisariado del ejido San Isidro, municipio de San Gabriel, el cumplimiento de la ejecución de restitución de sus tierras por las que venían luchando desde 1939.

En efecto, desde hace 83 años tres generaciones de campesinos se aferraron a la esperanza de alguna vez obtener todas las tierras que les fueron cedidas mediante decreto presidencial por Lázaro Cárdenas el 23 de agosto del año 1939.

La historia de esta lucha campesina comenzó el “14 de diciembre de 1936, cuando un grupo de veinte campesinos, peones, que vivían pegados al casco de la hacienda, se organizaron discretamente para hacer una solicitud de dotación de tierras. La semilla de la esperanza germinó, y el 23 de agosto del año 1939, el presidente Lázaro Cárdenas del Río concedió al poblado de San Isidro, municipio de Venustiano Carranza hoy San Gabriel, Jalisco, 536 hectáreas; 256 de la Hacienda de San Isidro y 280 de la Hacienda El Petacal”, según contó la abogada de los ejidatarios Carmen Figueroa González al portal Perimetral (https://bit.ly/3RDsezG). 

Pero las 280 hectáreas de la Hacienda El Petacal nunca estuvieron en manos de los ejidatarios de San Isidro. ¿La razón? La dueña de la hacienda, María Rojas, se puso de acuerdo con las autoridades agrarias de la época para no ceder estas tierras. Así lo contó el presidente del ejido, Raúl de la Cruz. “El litigio fue porque las autoridades agrarias siempre nos enredaban. El primer obstáculo que nos encontramos fue que nos empalmaron los documentos con la primera ampliación de un ejido vecino pero seguimos insistiendo y logramos demostrar que sí eran nuestras tierras”.

La abogada de los ejidatarios, Carmen Figueroa, completa el historial de este despojo de tierras: “María Rojas era propietaria de dos haciendas: El Petacal y El Huizichi y a ella ya le habían dejado sus 200 hectáreas en la hacienda de El Huizichi. María Rojas se muere y su mamá hereda sus derechos. Ella, sabiendo que ya estaban afectadas las tierras, las vende a José Benavides; José Benavides las vende a Juan Larios y Juan Larios las vende a cuatro prestanombres. En 1994 estos cuatro prestanombres las ponen a nombre de Nutrilite, filial de Amway”. (Perimetral, https://bit.ly/3RDsezG).

Desde esa fecha, los ejidatarios nunca dejaron de luchar y de hecho obtuvieron tres sentencias de ejecución. “La primera el 30 de junio de 1993 por la Secretaría de la Reforma Agraria, hoy de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu); la segunda el 6 de marzo de 1998 por la misma secretaría; y por tercera ocasión, el 26 de abril del 2022 la Sedatu volvió a ordenarla (https://bit.ly/3RDsezG).

Hace dos semanas volvieron funcionarios federales de Sedatu y del Registro Agrario Nacional (RAN) para confirmar la ejecución. El pasado 2 de junio, los 89 ejidatarios autorizaron al comisariado ejidal a aceptar el convenio de restitución en una emotiva asamblea. Y pasaron dos semanas, pero por fin ayer viernes 15 de julio, los ejidatarios de San Isidro recibieron 120 de las 280 hectáreas pendientes. El resto deberán ser restituidas en un plazo de seis meses. La empresa Nutrilite de Amway siembra berries para exportación en estas tierras.

Don Raúl de la Cruz, presidente del ejido, me cuenta que ellos van a darle la vuelta a estas tierras. En lugar de la siembra agroindustrial para el mercado de exportación, ellos decidieron que ampliarán el número de ejidatarios para dotarlos de las nuevas tierras y que las trabajaran en colectivo. Además volverán a los cultivos tradicionales para producir alimentos a los habitantes de la región. 

“Nosotros queremos recuperar las semillas criollas, lo que es maíz criollo, frijol, calabaza, volver otra vez a la vida, lo que corresponde a estas tierras (…). Para ellos (la agroindustria) es una ofensa que nosotros les hablemos de maíz criollo, de calabaza, ellos lo que quieren es abundancia de dinero, pero no ven la necesidad que tenemos como humanos de estar consumiendo todo esto”, dice todavía emocionado porque ya tienen sus tierras. Se trata de otra concepción de la tierra, de la vida misma. El regreso de las tierras al ejido San Isidro es una gran victoria de los campesinos de Jalisco y de México. 

rubenmartinmartin@gmail.com

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