En Octubre pasado en un documental bajo el título ‘Francesco’ que se exhibió en el Festival de Cine de Roma, el Papa Francisco habló de las relaciones de parejas homosexuales y estableció que “lo que tenemos que crear es una ley de unión civil. De esa manera, están legalmente cubiertas”, y reiteró que las personas gays son hijas de Dios y eso “yo lo he defendido”. La posición del Sumo Pontífice que se interpretó por muchos como la aceptación de la iglesia a las relaciones de esas parejas levantó polvareda en los sectores ultraconservadores de la iglesia católica.Meses después -este año-, La Congregación para la Doctrina de la Fe dijo que las palabras del Papa se malinterpretaron y que lo establecido por el Papa era que “las personas homosexuales tienen derecho a estar dentro de una familia”, pero no la aceptación o reconocimiento de la iglesia a esas uniones.Sobre esta controversia, Juan Carlos Cruz -abiertamente gay- y quien por designación del Papa encabeza La Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, dijo recientemente que la iglesia católica “es como si fuera un muro de concreto, una represa que empieza gotear” y que estaría a punto de reventar.No tuvo que pasar mucho tiempo para que hipotéticamente ‘empezara a gotear’ y el tema provocara reacciones más que inusuales, muy peligrosas que pueden llevar esto ha convertirse en una crisis histórica. El domingo pasado, decenas de sacerdotes católicos en toda Alemania desafiaron a la Santa Sede dando bendiciones públicas a parejas homosexuales. La posición asumida por más de 100 iglesias en territorio alemán es una histórica rebelión en contra del Papa Francisco, tomando una posición contraria a lo que el Vaticano ha calificado la unión de los homosexuales como “un pecado de Dios y que no se puede bendecir”.Las protestas en Alemania empezaron a gestarse hace dos meses, cuando 230 profesores de teología firmaron una declaración en contra de la posición del Vaticano en el tema de las relaciones de parejas homosexuales. Y en ella señalan que la posición está “marcada por un aire paternalista de superioridad y discrimina a los homosexuales y sus planes de vida”.Desde el pronunciamiento del Papa en Octubre se pensó que la posición asumida vendría a cambiar el debate sobre el tema en el seno de la iglesia, pero no al extremo que los mismos sacerdotes, no siguiendo al pie de la letra lo que su religión les dicta e ignorando la autoridad papal -el Vaticano- hayan decidido actuar por su cuenta y poner en entredicho la autoridad de Francisco. ¿Usted, qué opina?.daniel.rodriguez@dbhub.net
