Viernes, 26 de Abril 2024

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Nadim Ali Modad

Por: José Luis Cuellar de Dios

Nadim Ali Modad

Nadim Ali Modad

Conocí y traté por primera vez a Nadim Ali Modad en Sevilla, España, hace la friolera de 35 años, amigos comunes nos presentaron, amigos todos tapatíos que en grupo asistimos a la tradicional y luminosa Feria abrileña de Sevilla. El encuentro se dio en uno de los tantos y buenos restaurantes que existen en aquella tierra, no bien habían transcurridos un par de horas cuando descubrí que aquel hombre de orgulloso antepasado libanés, era toda una enciclopedia del tema taurómaco, conocía el pasado, el presente y casi hasta el futuro de ese espectáculo místico y mítico que es el toreo, espectáculo por cierto que cada tarde hereda fecundas interrogaciones.

Nadim expresaba todas sus opiniones y todos sus conocimientos con una desmesurada vehemencia convertida en genial pasión, para Nadim no existía nada más que la verdad vista por su verdad, debatía, no solo en el tema taurino, con una siempre pasional disyuntiva que viajaba lo mismo desde la rara afinidad y la frecuente diferencia, hasta las ocasionales y eventuales coincidencias, por supuesto que las coincidencias eran posteriormente y frenéticamente sostenidas por el propio Nadim, mayormente si del tema taurino se trataba dado el ritualismo y la simbología del espectáculo taurino.

Con el paso de los años se presentaron más oportunidades de no solo coincidir en su querida Sevilla, sino en algunas otras ciudades españolas donde la fiesta de toros hacia su inevitable llamado.

Aficionado a la fotografía y a la filmación no tardo en compartir sus experiencias a través de programas televisivos, tanto taurinos como de su otra pasión: los viajes. Pionero de la televisión tapatía con inteligencia e ingenio supo compartir sus experiencias de viajero frecuente con la sociedad tapatía, primero, nacional después, todo marcado por su mercurial personalidad. Nadim le dio la vuelta al mundo durante 50 años, experiencia que ha dejado plasmadas en videos.

Conquistando inmediatas simpatías se hizo fanático de otro refugio: “el carnaval brasileño”, por cientos se cuentan los amigos que fueron invitados -“sonsacados”mejor dicho- y atendidos por Nadim en aquel hermoso país.

No resulta exagerado asociar la filosofía que de la felicidad profesaba Nadim Ali Modad, con lo acertadamente dicho por el gran escritor Salvador Elizondo Alcalde (1932-2006): “la felicidad es una mezcla bien proporcionada de todas las sensaciones y todos los sentimientos”.

Toros, viajes y un sentido de fidelidad intachable hacia sus amigos han sido la marca de vida que ha dejado Nadim en su paso por esta vida. Sin embargo no solo fue en este aspecto, el de la amistad en el que deja un legado admirable, vivió como quiso, hizo lo que le parecía apasionante pero… tuvo a su lado a una mujer de excepción, Mary Tere, con la que formó una familia ejemplar, hijas, hijos, yernos, nueras y sobre todo nietos que orgullosos se sentirán de saber que su padre, suegro y abuelo ha sido un hombre para el que, contrario a muchos otros fue más importante el tiempo que las cosas.

Su familia siempre lo recordará, sus amigos lo extrañaremos, ya no habrá con quien discutir acaloradamente, al espectáculo taurino le hará falta un agudo y pasional crítico, pero entretanto Nadim Ali Modad hace efectiva la sabia reflexión de Mahoma: “al paraíso solo se entra una vez, después de la muerte”.

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