Se habló mucho del México armado a propósito de lo ocurrido el 10 de enero pasado en Torreón, Coahuila, cuando un niño de apenas 11 años llegó con dos pistolas al colegio, una calibre 40 de uso exclusivo del Ejército, que tomó del armario de su abuelo, para matar a su maestra, herir a otro profesor y disparar también contra sus compañeros hiriendo a cinco, para luego darse un tiro.Cuando se supo que el abuelo no tenía los permisos necesarios para tener en su poder esas armas, que fue encarcelado acusado de homicidio en comisión por omisión, y que al igual que a su hijo (el padre del menor autor de los disparos) la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda les congeló las cuentas bancarias por detectarles movimientos financieros y transferencias a Estados Unidos que no correspondían o se justificaban con sus actividades laborales, el caso quedó vinculado automáticamente a temas de lavado de dinero y relacionado de manera indirecta a los nocivos efectos de la delincuencia organizada.Esa era una trágica historia particular, como las más de cien que se registraron todos los días en todo el territorio nacional durante el 2019, y que en suma, ponen a México, con sus 35 mil 588 homicidios ocurridos en el primer año del autollamado gobierno de la cuarta transformación, casi con los que ocurrieron en Siria, este país del Oriente Medio que está en guerra y donde hubo poco menos que 36 mil.El rango mensual de asesinatos fluctuó entre los dos mil 877 a los tres mil 079 que se dieron en junio. Nueve meses del año pasado con casi tres mil, y tres con poco más de tres mil.Según los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2019 pasará entonces a la historia como el más violento desde que se tiene registro de los homicidios, superando la cifra récord que se tenía en 2018, el último año del priista Enrique Peña Nieto, cuando hubo 34 mil 655. Es decir, el último año de los últimos 13 que México ha vivido con los saldos mortales de un país en guerra, subió un 2.7% más el número de muertes violentas. En ese aumento va implícito uno sin precedente también en la violencia contra las mujeres, ya que de 912 feminicidios en 2018, se pasó a mil 060 en el primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.Sin duda, como en el caso del menor de Torreón, el factor principal para tener este escenario de guerra es el creciente número de armas que entran al país (casi 16 millones se calculan hasta hoy más las que se sumen en lo sucesivo), y que van en su mayoría a los grupos de la delincuencia organizada, dándoles un enorme poder de fuego.Lo dicho, lo más preocupante es que no se ve estrategia policial y judicial, ni coordinación entre los tres niveles de gobierno para lograr el desarme de esta mafias que amasan enormes fortunas con las que siguen corrompiendo autoridades, policías, empresarios e infiltrando comunidades que los arropan y protegen. Es el círculo vicioso del México en guerra. jbarrera4r@gmail.com
