Lunes, 29 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Mazamitla ¿Pueblo Mágico?

Por: Rubí Bobadilla

Mazamitla ¿Pueblo Mágico?

Mazamitla ¿Pueblo Mágico?

Apenas el pasado 12 de abril, en vísperas de las vacaciones de Semana Santa y Pascua, el alcalde de Mazamitla, Jorge Magaña, había asegurado que el municipio de mantenía en calma.

Negó a este medio de comunicación que en las calles de la demarcación hubiera la presencia de convoyes de civiles armados, patrullando por carreteras del municipio, y aseguró que todo lo que se decía sobre la inseguridad, como el mismo control de los ilícitos por parte del crimen organizado, era "información falsa".

Pareciera que este fin de semana los criminales le dejaron claro que no se trataba de una ilusión, llegaron al destino, nombrado como “pueblo mágico” en 2005, para hacerse notar y demostrar su estado de fuerza.

El domingo un enfrentamiento, presuntamente por "disputa de zonas", y bloqueos de vías principales le dejaron claro a él, a las autoridades jaliscienses y a la ciudadanía, que han comenzado a ganar terreno y que ni el refuerzo operativo presuntamente montado hace un mes tras los hechos violentos en este municipio, Tamazula y La Manzanilla de la Paz, pueden detenerlos.

El último conflicto armado dejó tres personas fallecidas. De acuerdo con el Gobernador de Jalisco, "solo fue una disputa del crimen organizado sin afectaciones a la ciudadanía", como si eso relajara a la población, como si ahí terminara la responsabilidad de salvaguardar a la ciudadanía de las células criminales porque a final de cuentas "eso es injerencia de la federación".

Apenas el viernes la Fiscalía General de la República informaba del aseguramiento de cuatro cuernos de chivo, una "Uzi" hechiza, 44 cargadores y 17 bombas en el Pueblo Mágico, sin contar los chalecos antibalas, prendas tácticas y fornituras. A finales de marzo también habían decomisado más de 30 cargadores de alto calibre y más de mil 300 tiros útiles.

En septiembre pasado el Ejército también había incautado cuatro morteros para el lanzamiento de misiles y al menos una treintena de explosivos. En ningún caso hubo personas detenidas.

¿Con esta breve muestra de su estado de fuerza esperamos entonces que los operativos de refuerzo terminen con las acciones del crimen organizado o nos resignamos a que se conviertan en una táctica disuasoria mientras los criminales buscan un nuevo punto dónde combatir?

Aquí radica la magia de este punto turístico para ellos y su potencial utilidad para dejar que sigan ganando territorio, pues también las sierras, históricamente, han sido clave para la producción de droga de los cárteles. En un breve recuento, las autoridades castrenses han desmantelado narcolaboratorios en Chiquilistlán en 2011, Ciudad Guzmán en 2012, Tecalitlán en 2018, Ameca en 2021 y en Mixtlán en abril del año pasado, todas en la sierra por tratarse de sitios comúnmente "escondidos" y de difícil acceso.

No debería ser sorpresa, entonces, que los criminales comiencen a considerar este destino como una de sus bases de operación, por tratarse de una zona serrana, y que ahora esté en disputa, pues algo similar ha ocurrido ya en Zacatecas, donde los criminales han utilizado la sierra para moverse con mayor facilidad por los límites de Nayarit, Durango, Jalisco y Zacatecas y confrontarse en ellos para demostrar quién tiene mayor poder.

Ahora ocurre del otro lado. En un inicio puede considerarse que los criminales vienen huyendo de la persecución que se ha iniciado en el Estado vecino justamente por la disputa entre cárteles.

Pero más allá de culpar a dichas pugnas por las balaceras y bloqueos, el gobernador de Jalisco debería comenzar a admitir la desventaja en la que se encuentra frente al estado de fuerza de los grupos criminales y pedir ayuda a la Federación para crear, más allá de rondines de vigilancia de disuasión, estrategias de acción como el desarme de los criminales y la desarticulación de las bandas, para impedir que el pueblo Mágico se convierta en un Aguililla, Michoacán, o en un Jerez, Zacatecas.

Ahora que, si lo ven muy extremista, también se podría actuar antes de tener un nuevo Teocaltiche en el destino turístico, donde decenas de pobladores han tenido que salir de sus casas siendo desplazados por los criminales que, aunque aseguran con "narco volantes" que no van contra la población en general, estoy segura que nadie puede vivir normalizando los estruendos de las balas a pocos metros del lugar donde lleva a cabo sus actividades cotidianas.

¿Importa más mantener la imagen del “aquí no pasa nada, se matan entre ellos” para sostener una figura candidateable, que admitir la necesidad de un apoyo real para salvaguardar el territorio jalisciense?

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones