Ayer fue un día de consternación y condena por la muertes de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquin Mora en el interior de la iglesia de la comunidad de Cerocahui, en la sierra Tarahumara de Chihuahua, cuando daban refugio a un hombre que era perseguido y que al final también fue asesinado.Las reacciones surgieron de todos los sectores de la sociedad. Desde el Vaticano vino el reproche desesperado a lo que México vive hoy: “Ya no es tolerable el ambiente de violencia”.La muerte de estas tres personas se viene a agregar a la lista de los más de 123,000 víctimas de la violencia que se llevan a cabo en el sexenio. Apenas vamos a dos terceras partes de la actual administración y ya se supera los 120,000 asesinatos que se reportaron en el periodo presidencial de Felipe Calderón, que son la referencia record que se tenía; lo que significa que -al paso que vamos- la presidencia de López Obrador ‘lo va a doblar’ con mucha facilidad.Si las víctimas de ayer se hubieran tratado -simplemente- de otros ciudadanos, solamente los agregariamos a las casi 100 víctimas que fallecen todos los días a consecuencia de la violencia. Pero por lo que representan, por la labor que desarrollaban -en una de las regiones más olvidadas del territorio mexicano- y por lo que significa que la delincuencia ya no respete la intimidad de las iglesias y a sus sacerdotes, nos habla de que ya no hay límites a los que se ha llegado en esta descomposición del tejido de nuestra sociedad.Hay que decirlo a grito abierto para que se alcance escuchar hasta la oficina principal de Palacio Nacional, la estrategia de ‘abrazos y no balazos’ nunca ha funcionado ni va a funcionar. Hay que corregir el rumbo inmediatamente. Está muy bien -como dice el presidente- “atacar las causas”, pero también hay que combatir la violencia desmedida de la que estamos rodeados.No se puede seguir con ‘oídos sordos’ ante el clamor de la necesidad de poner orden ante una realidad que está aniquilando al país. La promesa de que “caerán los responsables” o “ya se abrió una carpeta de investigación”, ya no caben. Hay que actuar y rápido. Mientras tanto, López Obrador va a lograr ‘doblar’ un funesto récord. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net