La semana pasada, en un evento que no mereció gran atención ni se convirtió en asunto de comentario público generalizado, el presidente de la asociación política Confío en México, Salvador Cosío Gaona, invitó al candidato a la gubernatura de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, para anunciar públicamente (ya se lo había confirmado en privado) que tanto este organismo como el resto de las organizaciones que le han acompañado en un largo proceso que culmina en las elecciones del 2 de junio, promoverán el voto diferenciado a favor de Xóchitl Gálvez Ruiz, para la Presidencia de la República, y por el mismo Lemus, para que sea gobernador.Podría ser, según se interprete, un “asunto pequeño”. Un tema de estricto interés entre un candidato que suma apoyos uno por uno, y el líder de una asociación que está sembrando ahora con el afán de cosechar frutos después de la elección. Y sería una lectura válida.Pero hay muchos matices que se deben considerar.Así sea brevemente, debe reconocerse que Salvador Cosío Gaona es un personaje siempre en el ojo de la polémica, quizá más criticado que aplaudido, pero con más iniciativa que muchos actores públicos que siempre están listos para condenar, pero pocas veces emprenden acciones. Con su asociación política consiguió aglutinar a personajes de los tres partidos políticos en la coalición PAN-PRI-PRD y organizó conferencias y visitas.Por esta iniciativa pasaron por Guadalajara todos los políticos, ellos y ellas, que se presumían con interés y capacidad de encabezar la candidatura presidencial. La realidad fue poniéndolos a todos en su lugar y muchos migraron al partido que les ofrecía más ventajas. No era auténtico -así se puede corroborar ahora- su proyecto de nación… pero fue gracias a esas invitaciones que se les conoció y se les escuchó por aquí. El final de la historia ya se conoce: Xóchitl Gálvez emergió y hoy es la candidata de oposición.Pero el aspecto más importante para Jalisco es que esas actividades iniciaron considerando siempre un par de aspectos: su oposición al proyecto de la 4T y la continuidad con un segundo sexenio, y además, el respaldo a una coalición de partidos opositores.Movimiento Ciudadano, el partido que postuló a Pablo Lemus, no figuró en esa operación. Fue el mismo partido el que decidió enfrentar en solitario la elección.Por eso, es importante revisar ahora el “cambio de bandera”. El apoyo a Lemus Navarro y la apuesta por un voto diferenciado. ¿Se generalizará entre los votantes? Es la pregunta.Y hay que preguntarlo ante la evidencia de las encuestas: el partido Morena es el de mayor crecimiento en las preferencias en general, y su candidata a gobernadora, Claudia Delgadillo González, ha crecido sostenidamente aunque la campaña ni siquiera ha iniciado.Es evidente la molestia que esta decisión ha provocado en el equipo de campaña de Laura Haro Ramírez, candidata a la gubernatura respaldada por la misma Xóchitl Gálvez y por la coalición PAN-PRI-PRD. No están de acuerdo, y lo condenan: piden el voto general para la coalición.Ante el quiebre evidente al interior de MC, entre el grupo de Jalisco y la dirigencia nacional, y ante el estrepitoso descrédito de Jorge Álvarez Máynez como candidato presidencial, la mejor estrategia para Pablo Lemus es la promoción de ese voto diferenciado.No será la primera vez que eso ocurra en Jalisco. La cuestión es si lo conseguirán en 2024.
