Jueves, 25 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

La policía, el uniforme y los desaparecidos

Por: Ivabelle Arroyo

La policía, el uniforme y los desaparecidos

La policía, el uniforme y los desaparecidos

La etiqueta de redes no puede ser más adecuada: #NoSonTresSomosTodxs, dice. Y es que el miedo nos toca a todos, pero además, no hay tres jóvenes desaparecidos: hay un registro que supera las tres mil personas, y aquí no cuenta el tiempo. Un desaparecido, lo hemos aprendido con dolor en este país, no es el de este año, el de esta administración. Un familiar desaparecido está siempre en el tiempo presente. Sus seres queridos no dejan de buscarlos nunca y, me da escalofríos recordarles esto pues lo recuerdo a mi vez, los que se quedan se dedican a ver cadáveres para ver si es el suyo.

El caso de los tres jóvenes estudiantes de cine es emblemático porque activó a un sector especialmente vulnerable y al que duele escuchar tan enojado, tan adolorido. Me refiero al de esos jóvenes que están llegando a la edad adulta y a la responsabilidad en una sociedad de la que desconfían, con un gobierno al que odian, en contacto con grupos criminales que se aprovechan y, muy grave, con cuerpos de seguridad en los que no hay policías que honrar, sino delincuentes que temer.

En ese remolino es preocupante constatar la poca información dura que entrega el emisor responsable (la Fiscalía General de Jalisco), poquísima e insuficiente frente al alud de creencias, consignas, rabia e información falsa en las redes.

Es más, ¿me creerán que no hay boletín oficial de la Fiscalía sobre la desaparición de estos jóvenes? Naturalmente, una investigación en curso no debe hacer públicos los detalles, pero los gobiernos tardan mucho en comprender que hay casos paradigmáticos que levantan más dolor, más rabia, más distancia y más efervescencia social que otros. Hace bien el gobernador en aparecer para hablar del caso, pero hace mal la Fiscalía al no entregarle y entregarnos, algo de lo que agarrarnos.

Porque ya no pueden limitarse a entregar cuentas y hacer el trabajo que se les exige. Esta vez tienen que superarse porque la sociedad jalisciense está, con razón, cada vez más asustada y tiene motivos para responsabilizar, no a un criminal que deshonra el uniforme de policía, sino a la idea misma de la policía. La idea misma de la institución de seguridad está en entredicho y muchos policías han prostituido el uniforme: apenas el 26 de marzo fue detenido un ex director de seguridad en Encarnación de Díaz, por su participación en una desaparición. Qué bueno que lo agarraron, pero qué malo que no se esté construyendo un mensaje de depuración. El mensaje que los ciudadanos recibimos es que la policía, la autoridad, es una corporación criminal.

Y eso no conduce a nada bueno. Nos lleva a pedir ejército, y luego a pedir autodefensas, y luego al linchamiento y a la barbarie.

Esta administración tiene una enorme tarea por delante: primero debe encontrar a los jóvenes, a todos, pero además tiene la responsabilidad de evitar que las instituciones de seguridad sigan descomponiéndose con criminales adentro que impunemente mandan mensajes de putrefacción hacia afuera.
 

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones