Tener una buena lectura de los tiempos, sus mensajes y repercusiones, además de las acciones a tomar en consecuencia, resulta fundamental para un buen político, especialmente en tiempos de campaña. Actuar es no sólo para capitalizar su trabajo, sino para dar la respuesta que signifique un sentido de país a los posibles votantes. Y, además, resulta la inmejorable oportunidad para ofrecer la medida de hombre de Estado que podrían tener los candidatos. Pero es aquí donde algunos ganaron y otros equivocaron sus reacciones.Así, ante la decisión del presidente de Estados Unidos de enviar a la Guardia Nacional a su frontera con México, asunto de la total capacidad de su investidura, solo pocos candidatos han valorado la situación y sus alcances para México y, por consiguiente, han actuado conscientes de que su voz será, no solo escuchada por el electorado, sino que abrirá el camino para su papel nacional e internacional en la futura presidencia del país.José Antonio Meade, como un hombre de instituciones pidió unidad nacional ante las acciones en la frontera Norte: “Es momento para que todos los candidatos presidenciales nos unamos en defensa de la soberanía y la dignidad de la nación, articulando una Convocatoria a la Unidad Nacional para externar nuestro rechazo a este tipo de medidas.” Una propuesta que enviaría el claro mensaje de México como nación fuerte y cohesionada.López Obrador, contrario a lo que muchos opinan, ha entendido el momento y, a pesar de su animadversión contra el sistema, ha sabido leer y actuar con la solidez que México necesita en estos tiempos. No la respuesta de bravata, sino una acción con visos de hombre de Estado y, dejando de lado sus querellas, celebró la respuesta de Peña Nieto. Para agregar: “Lo mejor para EU y México es mantener una relación de amistad, paz y de respeto mutuo”.Margarita Zavala también puso de lado las diferencias en la campaña, y dijo: “En el caso de la defensa y dignidad vamos a actuar todos juntos. La frontera es segura, no hay actos de terrorismo. Se ha respondido bien por quienes están encargados de la frontera del país. No solo el presidente.”El único que se subió al ring fue Ricardo Anaya quien, después de su deslucido inicio de campaña en los Altos de Jalisco, expresó: “Esta amenaza rompe directamente con una relación bilateral”. ¿De verdad? O a esas provocadoras acciones habría que mirarlas como parte de un juego político para equilibrar urgidos desbalances en Estados Unidos, donde respuestas como la de Anaya le dan el aire que necesitan para prender la mecha.“Es indispensable que pongamos sobre la mesa todos los aspectos de la relación bilateral.” Continuó el candidato de Por México al Frente, sin cavilar, menos calibrar las repercusiones de sus palabras. ¿Sí? ¿Habría que sugerirles a los vecinos poner todo en la misma canasta, cuando el TLC está en la fase final de unas muy delicadas negociaciones? Y aunque llamó a la unidad, remató: “No se puede cooperar con EU si amenazan con envío de tropas”. Sólo le faltó elegir esquina.Pero la ciudadanía saldría ganando si como una muestra avanzada de política interna y de diplomacia internacional, los cuatro candidatos se unieran para dar una respuesta de cohesión nacional, no solo ante vientos amenazantes, sino como postura de Estado, porque alguien de entre ellos será: el futuro presidente de México, y la unidad estratégica resulta imprescindible para gobernar al país.
