¿Qué tanto nos puede interesar que durante el mes de febrero en Estados Unidos se crearon 379 mil empleos y que el desempleo sea del 6.2 por ciento -casi el doble que en diciembre del 2019-?. Simplemente que son malas noticias. Las cifras son muy bajas en comparación con los números antes del inicio de la pandemia y lo que refleja la economía estadounidense repercute en México. La contracción financiera es producto de la pandemia y por la curva que ha tenido la crisis de salud, el pronóstico de recuperación será lento y prolongado.El World Economic Outlook (Pronóstico Económico Mundial) del Fondo Monetario Internacional (FMI) revela un panorama poco halagador para este año. Indica que la recuperación irá de la mano en la medida que se abata la pandemia. Las economías europeas y de Estados Unidos, que planean tener vacunados a un 90 por ciento de su población a finales de este año, se estima se estabilizarán al mismo tiempo, pero no sucederá lo mismo con el resto del mundo.El semanario inglés The Economist -en su última edición- confirma el reporte anterior y señala que en algunos países se logrará una posición económica moderada -similar a la que se tenía a finales del 2019- para finalizar este año, pero será hasta mediados mediados del 2022 cuando algunos países con economías en desarrollo -entre ellos México-, recuperen sus niveles operacionales como hasta antes de la pandemia.Por su parte Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados, fue más pesimista sobre la recuperación de empleos durante una entrevista con el Wall Street Journal, al señalar que es poco probable que se llegue a un nivel de plenitud este mismo año.Toda esta incertidumbre ‘se lleva de corbata’ a las divisas y provoca un mercado inestable. Es por eso que el dólar se ha fortalecido frente a otras monedas que sufren una ligera depreciación. Y entre ellos va el peso mexicano, que después de varios meses de apreciación y estabilidad cambiaria, se desplomó ligeramente frente al dinero estadounidense en las últimas semanas.Y como consecuencia de la devaluación del peso y los otros factores de referencia en la economía mundial, vienen los efectos en el mercado interno, con una inflación moderada y con los consabidos ajustes de precios, como ha sucedido con la gasolina, las tortillas, servicios y muchos productos de la canasta básica.De acuerdo con el Centro de Prevenciones de Enfermedades Contagiosas (CDC) apenas nos encontramos en el ‘ojo del huracán’ de la pandemia, por lo que aún queda mucho camino por recorrer. Así que, si de nuestra parte no podemos controlar los mercados financieros, si podemos colaborar con lo que esté al alcance para controlar la pandemia, que de su desaparición depende nuestra recuperación. ¿Usted, qué opina?
