Desde que la barbarie en México se manifiesta a través del rostro de las desapariciones forzadas, he escuchado decenas de veces decir a una madre o un padre que no hay nada peor que tener un hijo desaparecido. Ahora tratemos de imaginar cuanto dolor cabe en una madre que tiene cinco hijos ausentes.Este es el tamaño del dolor que carga desde hace años Guadalupe Camarena, madre de cinco hijos desaparecidos aquí en Jalisco. La primera vez que le tocó este dolor, fue el 6 de junio de 2016, cuando dos hombres armados tomaron por la fuerza a su hija Lucero Ávalos Camarena, de 26 años, en la carretera a Chapala y Periférico, en Tlaquepaque. En estos más de seis años, las autoridades no han dado con el paradero de Lucero Ávalos y tampoco han presentado avances en la investigación de su caso. Pasaron más de tres años y el 19 de diciembre de 2019, otros cuatro hijos de la señora Guadalupe Camarena fueron desaparecidos de manera forzada. Ese día los hermanos viajaron a Ocotlán para buscar a una prima cuando policías municipales los detuvieron a punto de entrar a la cabecera municipal. Desde entonces no se sabe nada de Jesús Martínez Camarena, Ernesto Padilla Camarena, Tonatiuh Ávalos Camarena y Oswaldo Javier Ávalos.La señora Guadalupe Camarena y su única hija que sigue a su lado, Mayra, se han dedicado casi de tiempo completo a buscar a sus cinco hijos-hermanos.Han hecho todo lo que les pide la ley, como presentar denuncias, aportar pruebas y dar seguimiento a la investigación. Y también han tenido que convertirse en investigadoras, rastreadoras y buscadoras por su propia cuenta, y a veces acompañadas de colectivos como Entre Cielo y Tierra. Pero de las autoridades han tenido poco respuesta. De hecho, no son pocas las veces que el Ministerio Público o los policías investigadores del caso les preguntan qué avances les llevan. En este peregrinar en la búsqueda de sus cinco hijos, la señora y la familia Camarena se han hecho asesorar de abogados y organizaciones de derechos humanos para lograr que su caso se difunda y encontrar la justicia que demandan. Es tan grave este caso que la familia y sus abogados presentaron una denuncia ante el Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas (CED), que el el 6 de enero de 2021 emitió cuatro Acciones Urgentes “mediante las cuales solicitó al Estado Mexicano la creación de una estrategia integral, que incluya un plan de acción y un cronograma para la búsqueda exhaustiva de los hermanos Camarena, al igual que para la investigación exhaustiva e imparcial de su desaparición forzada, con acciones integradas, eficientes y coordinadas”. Sin embargo, hasta ahora el Estado no ha cumplido cabalmente las medidas cautelares y ha retrasado la búsqueda en campo de los hermanos, según denunció el pasado jueves la señora Guadalupe Camarena, acompañada de la abogada Ana Cabral del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad).Pero más grave aún, en estos años de búsqueda, la familia han sido objeto de hostigamientos y de hechos más graves como el intento de privación de la libertad, como le ocurrió a la señora Camarena el miércoles por la noche en San Pedro Tlaquepaque, acompañada de sus nietos, cuando hombres a bordo de dos camionetas intentaron subirlos por la fuerza, pero lograron escapar gracias al apoyo de una familia que les dio cobijo en su casa. Debido al riesgo evidente que ha vivido, la familia Camarena ha pedido a la Secretaría de Gobernación que los incluya en el Mecanismo de Protección de Defensoras y Periodistas, petición que se le ha negado en dos ocasiones.Por todo este historial de desaparición forzada, omisiones en la investigación y búsqueda y las amenazas y riesgos que han corrido, la familia Camarena exigió este jueves pasado que el Estado mexicano cumpla lo que la ley le exige en los casos de desaparición forzada, así como las medidas cautelares emitidas por el CED de la ONU y al Juzgado de Control y Oralidad con sede en Ocotlán que avance en la imputación en contra de dos policías municipales ya detenidos y otros tres que no han sido detenidos hasta este momento.Todos los casos de desaparecidos son importantes, pero este es un caso de desaparición masiva que tiene a una madre con cinco hijos desaparecidos. Si el Estado resolviera este caso, tal vez contribuiría a romper las cadenas de criminalidad e impunidad que propician que Jalisco sea el epicentro de las desapariciones de México. El Estado le debe justicia a la familia Camarena. rubenmartinmartin@gmail.com