Siete meses y contando. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha entrado ya de lleno al octavo mes, ahí viene el noveno, y la pregunta obligada es: ¿Y cómo vamos?Es frecuente que se nos pregunte en reuniones con amigos y asumiendo que por trabajar en medios de comunicación contamos con información privilegiada, cosa que no es cierto.Respondemos que nos guiamos, al igual que la mayoría de las personas, con base en la información y datos disponibles.Y contestamos que en un sentido rigorista AMLO tiene razón; hasta hoy el país va bien. Y ojo, decimos: “hasta ahora” subrayando que aplicamos un sentido casi budista de “aquí y ahora”, o el de un alcohólico en recuperación de “sólo por hoy”.Como en una fotografía tomada el 24 de julio (ayer) las cifras favorecen al Gobierno: la inflación está controlada (ni sube ni se dispara), el dólar no ha metido presión de más al peso (se mantiene por debajo de los 20 pesos a pesar de las amenazas arancelarias de Trump, de la baja en los índices de confianza o factores como el lejano Brexit, que en el pasado le pegaron a la moneda mexicana) y las autoridades hacendarias no se han visto en la necesidad de aumentar impuestos.Aquello de “yo tengo otros datos” de López no ha hecho crisis frente a cifras basadas en análisis técnicos que auguran un futuro muy complicado.Subido en esa ola fantástica de la aprobación, donde más del 65 por ciento de los mexicanos está a gusto con su gestión, el Presidente todavía se puede dar el lujo de ser cínico en sus mañaneras, y eventualmente echar “chostoretillos” como aquel de “se va a acabar el mundo” cuando tuvo que renunciar el doctor Carlos Lomelí a su cargo de super delegado del Gobierno en Jalisco porque ya eran insostenibles las sospechas sobre la participación de sus empresas en el suministro de medicinas a distintos gobiernos, incluyendo el de AMLO.El problema está, y seguramente estará, cuando los datos del propio López Obrador tengan que encontrarse (y es inevitable) con los datos de la realidad. Será más o menos a final del año, principios del próximo. Veremos qué pasa cuando pronósticos de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, que augura un crecimiento de nuestra economía de apenas 0.9 %, se comparen con la “cifra necia” del Presidente que insiste que para este año andaremos mínimo en un dos por ciento de crecimiento.Y entonces eso de ver “que vamos bien”, a finales de julio, se convertirá como en la historia de aquel hombre que decidió tirarse desde lo alto de un edificio de 100 pisos de altura, y que cuando iba aproximadamente a la altura del piso cincuenta alcanzó a reportar:- Hasta ahora… todo bien.
