Martes, 23 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Escuelas de tiempo completo

Por: José M. Murià

Escuelas de tiempo completo

Escuelas de tiempo completo

La reconstrucción nacional, después del enorme desgaste revolucionario producido desde 1910 hasta la consolidación del nuevo régimen mediante la creación en 1927 del PNR (abuelo del PRI), logró un enorme incremento de la educación básica y media y, claro, también de la alfabetización.
Para ello, hubo que aprovechar los muchos espacios educativos que se construyeron. Salvo excepciones, lo normal fue que en cada plantel hubiera turno matutino, vespertino y hasta nocturno.

Así, los alumnos ingresaban a las 7 u 8 de la mañana y salían a las 12 ó la una… En los hogares tradicionales niños y niñas eran recibidos y, con frecuencia, incorporados a ciertas labores domésticas por madres, tías o hermanas mayores concentradas en las faenas del hogar o ligadas a él.

Cuando se logró reducir la natalidad dado el peligroso crecimiento poblacional, debido también al espectacular descenso de la mortandad infantil, más mujeres -por voluntad o necesidad- se sumarían a la vida laboral fuera del hogar y menos de ellas habría para quedarse en él.

Cabe aquí contar también la ida por razones sumamente diversas, entre las que se cuenta desde la búsqueda de mejores ingresos en ciudades o el extranjero o simplemente abandonar el barco en busca de otro más grato, dando lugar a un crecimiento muy notable de los hogares encabezados por mujeres. Se dice que en Guadalajara es hoy cercano al 40 por ciento.

La consecuencia es la inevitable falta de atención de los niños desde su salida de clases hasta el regreso de sus mayores, durante horas clave que requieren ser supervisados, lo mismo para su alimentación y sus compañías… Por comodidad o por no haber más posibilidad, se generalizó un régimen alimentario inconveniente que ha desatado una verdadera “epidemia” de obesidad y diabetes, entre otros males derivados de comida cómoda pero inconveniente.

Para contrarrestar tales efectos, desde hace una década, más o menos, empezamos a clamar por escuelas de tiempo completo que permitieran básicamente cuatro cosas, además de un mayor aprendizaje:

1.- Supervisión de los trabajos complementarios (“tareas”), que quedaran finiquitadas ahí mismo, liberando a los padres de familia de obligaciones extras a su carga laboral y mejorando así la convivencia familiar en las horas que haya para ello.

2.- Complementar la formación del educando con actividades lúdicas y formativas que implicaran ejercicio y convivencia, como las que hubo antaño.

3.- Generar mejor alimentación en la propia escuela que, a la larga, incluso implica un gran ahorro, dados los enormes costos de diferentes tipos que acarrea la gordura excesiva.

4.- Protección de los jóvenes, especialmente los preadolescentes, de ser cooptados por la delincuencia, en horas críticas entre el mediodía y las tres o cuatro de la tarde.

Al empezar este sexenio había 90 de tales escuelas. Ahora empiezan a pasar de mil… ¡Adelante!

(jm@pgc-sa.com)

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones