No es porque se acerque el Día de Muertos y el fin del sexenio, pero todo apunta a que alguien esconde un cadáver en el clóset vinculado al centro de videovigilancia Escudo Urbano C5.Las declaraciones del alcalde tapatío, Ismael del Toro, aunque inconexas y misteriosas como la policía china, anticipan que se está curando en salud porque brotará algo grave.“Van a ver cómo va a chocar la agenda del C5 cuando descubran lo que hicieron… vamos a ver que no va a haber cámaras de videovigilancia”, declaró y anticipó que Enrique Alfaro se encargará, en su momento, de hacer el anuncio.Cuentan por allá en Fiscalía que se acumulan varios ejemplos en que las cámaras no funcionaron ante un hecho delictivo. Mil millones de pesos costó el “juguetito”.Pregunta: ¿Será este el escándalo con el que se hará harakiri el sexenio de Aris?***La política de Andrés Manuel López Obrador en su gira de agradecimiento es básica: diles lo que quieren escuchar. “Siempre digo lo que pienso. Vamos a resolver el problema de la presa El Zapotillo para que haya agua para León”.Lo último que dijo el gobernador electo Enrique Alfaro sobre el tema es que el tabasqueño estaba “muy en sintonía con nosotros” para dejar la cortina a 80 metros y “negociar” con Guanajuato.Pues parece que según la Entidad que visita, al Presidente electo le cambia la frecuencia y se sintoniza con promesas que al final resultan contradictorias.***Va una aclaración sobre lo publicado la semana pasada en esta H. Fuente acerca de la entrega del premio Ciudad de Guadalajara 2018 al presbítero e historiador Tomás de Híjar.Nunca quisimos insinuar que se le otorgó por otra razón que sus méritos pues la selección del perfil la realiza un comité especializado y la vota todo el cabildo.Del buen nombre del sacerdote da cuenta una carta de respaldo firmada por más de una veintena de distinguidos académicos de la ciudad.
