Abordamos nuevamente el tema judicial complicado por sus implicaciones, causas y consecuencias. Este caso parte del suicidio del abogado de la mafia de Nueva Orleans, Jerome Roney Clifford, quien poco antes de quitarse la vida cuenta el secreto relacionado con el reciente asesinato del senador por Luisiana, Boyd Boyett, potencial candidato al gobierno del Estado. Todo el drama en presencia de un jovencito de once años, Mark Sway.El chico con su hermano, que también se encontraba en un bosque cercano, y su madre sufren trastornos postraumáticos y son trasladados a un hospital, éste alojamiento para indigentes. Todo parecía evidente, pero la suspicacia de un agente de la policía lo conduce a la revisión de un recipiente metálico en el interior del vehículo del suicida y decide tomar las huellas impresas, que resultan coincidentes a otras de Mark incluyendo algunas sobre el arma del suicidio.Con todo, el suceso apunta a la sospecha de algo más que el relativo suicidio llamando atención de la mafia. Es así como surge el matón Barry y la persecución de Mark para matarlo y con ello evitar la revelación del sitio donde el Senador está enterrado. A la presión sobre el menor se suma la ejercida con rudeza por el fiscal, interpretado por Tommy Lee Jones. La pregunta, clave, es sobre aquello que el abogado suicida narró antes de acabar inexplicablemente con su vida. En este marco de acontecimientos, el jovencito Mark coincide en el bufete de la abogada Regina, caracterizada por Susan Sarandon, donde tendría lugar la intensa lucha por defender la seguridad de aquella familia involucrada en hechos delictivos dentro de la política y eventualmente con la mafia. Las pasiones desbordadas por la ambición ponen a prueba bien y mal.Dios nos guarde de la discordia.
