Jueves, 28 de Marzo 2024

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El Poder del Estado

Por: Cuauhtémoc Cisneros Madrid

El Poder del Estado

El Poder del Estado

De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la propia del Estado de Jalisco, los gobiernos emanados del proceso democrático por el cual se rige nuestra nación, son los únicos autorizados a usar la fuerza policial y toda aquella que se encuentre a su alcance, siempre y cuando el ejercicio de la misma sea para mantener la Paz, un derecho inalienable de todos los ciudadanos. Empero, para que la esencia de éstas disposiciones no sea sólo “letra muerta”, se requiere que a la voz de YA, nuestras autoridades ejerzan esa fuerza con todos los mecanismos de inteligencia de que se dispone, pues no podemos seguir tolerando que personas sin escrúpulos diezmen la paz social.

Y es que hoy en día, a sólo unos pasos de los inmuebles que ocupan los tres poderes de nuestra Entidad (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), además de la propia presidencia Municipal, se suscitan robos a cualquier hora del día. Es imposible e indeseable que tuviéramos un policía para cada ciudadano —además de que los propios agentes de policía también son asaltados—, lo que provoca que una vez que empieza a oscurecer, el Centro de la ciudad se ve desolado, impidiendo la convivencia social y la dinámica comercial tan necesaria para el desarrollo de nuestra economía.

Los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara no debemos de seguir viviendo encarcelados en nuestros domicilios por temor

Los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara no debemos de seguir viviendo encarcelados en nuestros propios domicilios por temor a ser asaltados, secuestrados, violados o asesinados en cualquier esquina. La venta de droga se ve por todos lados y los “dueños de la plaza” se pavonean de ser ellos los que mandan y hasta amenazan (o sobornan) a las propias fuerzas policiales para salirse con la suya.

Los moto-ratones o conejeros salen todos los días a quitarle a la gente trabajadora los bienes que con su esfuerzo y sacrificio logran adquirir, dejándolos desconcertados, molestos e impotentes por no poder defenderse de esta plaga, que ya sea de connacionales o extranjeros, debe de ser exterminada a la brevedad.

APUNTE

Si los genízaros no respetan las leyes, tal vez sea tiempo de permitir las “armas” necesarias a los ciudadanos y a los propios policías para defender su patrimonio, pues hoy, cada que un agente o ciudadano se defiende y lesiona al agresor, los Derechos Humanos –esos que sólo pareciera son aplicables para salvaguardar a los que actúan mal- se les vienen encima.

Es claro que no debemos de caer en la barbarie, ni en la anarquía, pero ya son muchos años de una “guerra” declarada por Felipe Calderón y los resultados en lugar de mejorar, cada día son peores, pues la delincuencia, organizada o no, aumenta el número de homicidios, levantones, secuestros, robos a casas habitación, negocios y transeúntes.

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  • Seguridad

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