Si algo hemos aprendido desde que comenzaron las encuestas de manera sistemática en este país, allá por los años noventa, es que cuando un candidato dice que en sus mediciones está en empate técnico no hay duda de que va perdiendo. Los naranjas dicen que ya empataron en Guadalajara, que efectivamente comenzaron abajo, pero que gracias a la campaña ya lograron empatar y superar a Morena. ¿Les creemos?Por supuesto que parte de la magia de la política es que cada uno cree lo que se le antoja y que esas creencias, ahora llamadas pomposamente “narrativas”, terminan generando olas que pueden mover una elección. ¿Eso quiere decir que ya está decidida la contienda para Guadalajara? Por supuesto que no. La pregunta en todo caso es qué elementos van a influir para inclinar la balanza hacia uno u otro lado.Morena y su candidato, José María Martínez, tienen dos cosas a su favor. La primera es el ánimo de cambio. El desgaste después de tres gobiernos naranjas es fuerte. Esto puede verse en la clara tendencia a la baja en el numero de votos recibidos por cada uno de los alcaldes electos por MC en Guadalajara. Alfaro obtuvo 337 mil votos. Tres años después Ismael del Toro, en una elección concurrente, llegó apenas a 285 mil, 52 mil menos que su antecesor. Pablo Lemus ha sido el alcalde electo con menor número de votos en Guadalajara desde el año 2000 con 273 mil, lo que significa 64 mil menos que Alfaro. Claramente el voto naranja ha venido a la baja. El segundo factor en contra para la candidata Verónica Delgadillo es que no tiene una campaña paraguas que le aporte votos. El paraguas más grande en esta ocasión lo trae el candidato de Morena. Lo que le queda a la candidata es colgarse de la campaña de Lemus que tiene sin embargo la desventaja de ser el alcalde saliente en el municipio. Más allá de los buenos o malos resultados en el Gobierno, Lemus es parte del hartazgo.La duda del otro lado es si Morena será capaz de capitalizar ese desgaste naranja. En las elecciones de Guadalajara los candidatos de Morena han tenido un desempeño muy bajo. En el 2018 tuvieron poco más de 180 mil votos, y juntos PT y Verde le aportaron cerca de 25 mil más. En la elección del 2021 la votación de Morena cayó a 121 mil, 60 mil menos sin López Obrador en la boleta. Todo parece indicar que hoy Morena está mucho mejor estructurado, pero lo cierto es que en Guadalajara sus candidatos han estado consistentemente por debajo de la marca.La pregunta final es si un partido puede ganar la elección a Gobierno del Estado perdiendo Guadalajara, la capital del Estado. Estadísticamente es posible. Lo cierto es que hasta hoy nadie lo ha hecho.