Martes, 19 de Marzo 2024

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Deja de espiar a la pareja

Por: Guillermo Dellamary

Deja de espiar a la pareja

Deja de espiar a la pareja

Un detonante muy poderoso para generar una crisis en una pareja, es la afición intrusiva de estar metiéndose en la vida privada del otro.

Sea al inspeccionar su celular, cuentas de banco, ropa, documentos, compras o relaciones sociales. El respeto a lo que hace es una obligación ética y hoy en día dictaminada por la Suprema Corte en México, como algo inviable.

El problema de fondo parece surgir con la idea equivocada, de que el matrimonio legal o religioso, da el derecho a sentir que se adquirió una propiedad con la que se puede hacer lo que quiera. Y pues resulta que de inicio es una actitud posesiva y egoísta, ya que crees que entra a formar parte de uno más de tus objetos y así aflora tu personalidad de lo que regularmente haces con tus posesiones.

Una persona muy controladora y celosa, dedicará mucho tiempo a querer vigilar y tratar de enterarse de todo lo que pueda de lo que hace o deja de hacer su pareja. Y, desde luego, llegará a unos elevados niveles de sospecha, creando todo tipo de fantasías con tal de proseguir con su plan de encontrar alguna evidencia de que existe una infidelidad.

“La Suprema Corte de Justicia de la Nación prohibió que las parejas o familiares revisen el teléfono celular, correo o cualquier comunicación privada sin la autorización plena, debido a que se protege el derecho fundamental de la inviolabilidad de las comunicaciones privadas” (la VANGUARDIA. MX).

Así que también implica a que los papás dejen de entrometerse en la privacidad de las comunicaciones de sus hijos y con ello saquen información para juzgar y castigar el comportamiento de ellos.

Ahora sí, ya no hay pretextos ni razones para continuar invadiendo la vida íntima de los seres queridos, las ciencias humanas, y hoy la ley van a poner un fin necesario a una de las causas fundamentales de conflicto. Esta desbordada tendencia a no respetar la vida íntima de los demás, y peor aún la incomprensible tendencia a estar enviando fotos y relatos de experiencias familiares privadas y hacerlas públicas, como si los demás estuviéramos interesados en semejantes asuntos. Se han convertido en una innovadora socio patología con efectos negativos en la estabilidad mental de muchas personas y parejas.

Si te gustaba espiar, ahora está ya prohibido, deja a tu pareja en paz.

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