La renuncia de Ricardo Peláez a la Dirección Deportiva de Cruz Azul no es únicamente un síntoma de un club de futbol lastrado por sus 22 años de sequía en el torneo de Liga, sino un ejemplo de que se priorizan los negocios oscuros que el éxito deportivo. Esto no sólo afecta al futbol, también a la Cooperativa.Fundada a finales del siglo XIX, la empresa cementera Cruz Azul logró un cambio trascendental al lograr que sus trabajadores controlaran el destino de la compañía al hacerse dueños de la misma en 1931 bajo la figura de una cooperativa. A diferencia de otros esquemas de organización, en una cooperativa los beneficios o ganancias de la empresa se reparten entre los trabajadores, comúnmente llamados socios, de forma equitativa. Sin embargo, eso no ha pasado en Cruz Azul en los últimos tiempos.Desde enero de 2016 a finales de 2017, salieron casi 192 millones de pesos de las arcas de la Cooperativa Cruz Azul hacia empresas que brindaban supuestos servicios de consultoría y administración, según reveló la investigación “El juego millonario de la Cooperativa Cruz Azul”, de Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI). En realidad, estas empresas eran tapaderas para no pagar impuestos mediante facturas falsas.Sin consultar a los socios, los hermanos Guillermo y Alfredo Álvarez Cuevas también han evadido impuestos en paraísos fiscales en Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas desde hace más de 15 años, afirmó el reportaje.Aunque el director de una cooperativa debe rendir cuentas a los socios, verdaderos dueños de la empresa, eso no ha pasado en Cruz Azul. Cuando se creó el equipo de futbol en 1964, se acordó que parte del dinero de la cooperativa se destinaría al club, pero en los últimos años ningún miembro de la misma ha sabido a dónde se dirigen sus recursos y si son bien utilizados o no.Las denuncias de los cooperativistas contra Guillermo Álvarez Cuevas han llegado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en 2012 dictaminó como válida la celebración de una asamblea de la Cooperativa un año antes, en la cual se destituyó a “Billy” como director general. Sin embargo, el director general ha logrado apelar y retrasar esta decisión para continuar en su puesto.Pero no ha sido el único problema que ha tenido la Cooperativa. El regreso a la escena pública de Víctor Garcés Rojo, principal punto de discordia con Ricardo Peláez, vuelve a traer al futbol a un personaje sombrío. En 2011, el esposo de María Gilda, hermana de Guillermo y Alfredo, había sido excluido de su puesto como Director Jurídico de la Cooperativa al ser investigado por desfalcar alrededor de 400 millones de dólares a más de mil 100 socios.En conclusión, el problema va más allá de dejar de ser el “subcampeonísimo”, sino de limpiar una estructura fallida donde lo que está en juego no sólo es el futbol, sino un negocio multimillonario que fabrica 10 millones de toneladas de cemento al año.
