Karla Quintana Osuna presentó su renuncia como titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) ante el Presidente Andrés Manuel López Obrador “con carácter de irrevocable y con efectos inmediatos” el pasado martes 23 de agosto. En su texto que hizo público en sus redes sociales señala que se separa del cargo “en virtud de los contextos actuales”.¿A qué se refiere con la frase “en virtud de los contextos actuales”? Especialistas en el tema como Jacobo Dayán, Marcela Turati y fuentes anónimas de la CNB que hablaron con reporteros de la revista Proceso y de A dónde van los desaparecidos, revelan que en los últimos meses se fue creando un contexto de presión para la comisionada Karla Quintana y su equipo que era vista como “muy cercana” a los colectivos de familias, tanto para el Presidente Andrés Manuel López Obrador como los secretarios de Defensa y de Seguridad Ciudadana del Gobierno de la Cuarta Transformación.El punto de inflexión de la relación de Karla Quintana fue el crecimiento sostenido en la cifra de personas desaparecidas reportadas al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) que en mayo del año pasado superó los 100 mil y hasta el día de ayer contaba con más de 111 mil personas ausentes en todo el país. Al parecer, el alto número de personas desaparecidas parece ser incompatible con un Gobierno que se dice progresista y quiere un lugar honorable en la historia nacional. Según fuentes que hablaron con Proceso, la suerte de Karla Quintana se decidió en una reunión del Presidente López Obrador con los 22 gobernadores de Morena el 23 de mayo de este año. En dicha reunión el Mandatario dijo que no confiaba en la comisionada y que dudaba de las cifras del RNPDNO. Dos semanas después, no por coincidencia, el mismo Presidente dio a conocer que se estaba llevando a cabo un “censo” para revisar las cifras del registro nacional. Esto motivó las reticencias de Karla Quintana, quien se negó a colaborar en dicho censo debido a que lo están llevando a cabo los Servidores de la Nación de la Secretaría de Bienestar, con el apoyo de la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y el respaldo de gobiernos y fiscalías estatales. La negativa de Karla Quintana a colaborar es porque la Secretaría de Bienestar no forma parte del catálogo de autoridades buscadoras, como establece la Ley General en Materia de Desaparición y Búsqueda de Personas. Si bien Karla Quintana contaba con el respaldo del subsecretario de Derechos Humanos de Segob, Alejandro Encinas, la tensión por el “censo” deterioró su relación hasta terminar rota. De acuerdo a la versión de Proceso, hacia el final, Encinas le pidió a Quintana que modificara el RNPDNO, pero esta le exigió que se lo pidiera por escrito, lo cual no ocurrió. Al final, terminó presentando su renuncia el 23 de agosto. A Karla Quintana le tocó prácticamente arrancar la creación del Sistema Nacional de Búsqueda, fue cercana a algunos colectivos, creció el presupuesto para las instituciones de búsqueda de desaparecidos y de Identificación Forense. Con todo y esto, lo que hizo dista mucho de ser lo que el país necesita para enfrentar, detener y eliminar la grave crisis por desapariciones que existe. Con Karla Quintana no se tenía una política exitosa contra las desapariciones, pero la renuncia de la comisionada anticipa una peor política para enfrentar esta crisis.Para empezar, desde los colectivos de familias que buscan a sus desaparecidos anticipan que el Gobierno de la 4T reducirá sustancialmente la cifra de desaparecidos cuando en las próximas semanas se presenten los resultados del “censo”. Y con la renuncia de Quintana ganan sus adversarios como la Sedena, la Fiscalía General y otras áreas del gabinete a quienes les estorba e incomoda que haya tantos desaparecidos. No es que se estén encontrando a los desaparecidos, ni reduciendo los casos. Lo que van a hacer es desaparecer a los desaparecidos, una política pública que ya conocemos muy bien en Jalisco. Ahora, lamentablemente, esta política se repetirá a escala nacional. rubenmartinmartin@gmail.com