Las cosas se han puesto color de hormiga en la economía familiar, no solo por la ya tradicional y nefasta cuesta de enero, sino por la autorización del nuevo y “revolucionario aumento de sueldo”, el mayor en los últimos 30 años, que también ha dado pie a la peor “cuesta de enero” en los últimos 50 años, lo que de alguna manera quiere decir que para poder gobernar adecuadamente se requiere más que “una escalera grande y otra chiquita”; o lo que es lo mismo: una cosa son los buenos deseos, los discursos encendidos de campaña y de las conferencias de prensa, y otra muy diferente tomar decisiones de Gobierno.El aumento de costos de prácticamente todos los productos y servicios que se ofrecen en nuestro país durante el mes de enero de cada año se ha convertido en un acto desesperanzador para todas las personas de menos recursos e incluso para los pudientes, lo cual provoca una verdadera desestabilización económica en las familias, pero lo que es en el final del 2018 y el inicio de este 2019, superaron cualquier récord de la llamada canasta básica, con independencia de todo lo que significan los diversos impuestos municipales, estatales y federales a pagar, que también fueron aumentados de una manera u otra.Ante tal panorama, sólo nos queda ser cuidadosos con nuestros gastos, planificar cada una de nuestras acciones, dosificar nuestros consumos, y en la medida de lo posible ahorrar, so pena de pagar serias consecuencias durante el resto del año, pues los comerciantes no se tientan el corazón. APUNTEY de la contingencia de las gasolinas y el diésel, ni hablar. El propósito es de primera, la forma reprobable y no recuerdo que en por lo menos cinco décadas se haya padecido un fenómeno como el que hoy en día se ha presentado, con desesperantes filas interminables de hasta medio día de espera, para ver si es posible cargar aunque sea 500 pesos de gasolina. Aunque en realidad, lo más desgastante en este sentido, es la psicosis que se ha provocado y el estado de animo del pueblo, el cual ya debiera tener suficiente con el fantasma de Venezuela sobre nuestro país, como para sumarle nuevas tensiones.Y como si no fueran suficientes las desgracias vividas en el proceso que vive la nación, lo más doloroso, son las tribulaciones ocasionadas por las explosiones en busca del robo de combustible de los ductos, en las cuales docenas de personas (niños, mujeres y hombres de todas las edades perdieron la vida y otras tantas se encuentran con graves quemaduras), además de una centena de desaparecidos.Una sentida condolencia para los familiares de todas las personas que se vieron involucradas y afectadas.*Todo el apoyo posible para nuestros gobernantes, pero cárcel para los corruptos.
