Las noticias de ayer confirman que Cataluña se mantiene erguida. El gobierno de España, cuya vocación democrática cada vez queda más en tela de juicio, al parecer progresivamente acorralado por argumentos políticos legítimos, tiende a echar mano de recursos y fuerzas mayormente absolutistas que, en el caso de ellos, pueden definirse como franquistas.Hace dos años llegaron a ejercer la fuerza bruta con el ánimo fallido de evitar que la gente depositara papeletas con su opinión -seguramente porque sabían de antemano que el resultado sería abrumadoramente en contra- y luego se procedió a llevar a los tribunales descaradamente amañados, donde se exhibieron aun con más descaro, a ciudadanos honestos y reconocidos por su vocación por el orden y el respeto a los derechos humanos.Como dijeron varios periodistas europeos que cubrieron el juicio, “quienes deberían estar esposados son los que están con toga y birrete [bastante ridículos, por cierto] del otro lado del mostrador”.Sea como sea, quedó claro que los juzgados son simple y llanamente presos políticos, tal como estilan los regímenes dictatoriales.La manifestación del día nacional de Cataluña, con mucho más de un millón de personas y tantas de ellas enarbolando banderas independentistas, con la estrella solitaria adosada a su bandera tradicional, muestran que el llamado “proceso” catalán dista mucho de ir capa caída. Como ha sucedido en años anteriores, frente a tal multitud septembrina, el 12 de octubre, llamado “Día de la Hispanidad”, con todo y el acarreo y hasta la presencia del villamelón del ex peruano Vargas Llosa, no han logrado nunca ser más de diez o quince mil, bastante “gamberros” por cierto.Es algo que a un país cacical hasta la médula como España le cuesta entender: neutralizan a los líderes y el movimiento crece… es precisamente porque la rebelión viene de las entrañas mismas de la población y los líderes sólo se ponen al frente de ella…España ya perdió el prestigio de país moderno y europeo que estaba ganando y su descrédito en Europa y otros países formales es cada vez mayor: de hecho, a mí me ha tocado ver cómo sus representantes se han convertido en el hazmerreír, precisamente por la inconsistencia de sus argumentos y su ignorancia de cómo se procede fuera. Son resabios del franquismo que los mantenía encerrados para que no dejaran de ser, como Franco y su Iglesia decían, “la reserva moral de Europa”.Pensemos que en México, por muchos menos que se reúnan a protestar se abre una mesa de diálogo, mientras que la democracia española frente a la protesta y manifestación abierta del 25% de la población catalana, se niega a discutir sus requerimientos.Una cerrazón similar les costó la pérdida de las colonias americanas hace doscientos años…
