Jueves, 25 de Abril 2024

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Algo de psicología de la infidelidad

Por: Guillermo Dellamary

Algo de psicología de la infidelidad

Algo de psicología de la infidelidad

Ya vimos que la infidelidad tiende a ser parte de nuestra condición de fragilidad, por lo que existen factores que lo fomentan o inhiben.

Veamos algunos de ellos. Ser infiel es no cumplir con la palabra comprometida, es decir no hacer lo que dijiste que ibas a mantener. Particularmente el tema de la dedicación y entrega exclusiva a tu pareja. En especial el afecto, las atenciones y desde luego la sexualidad.

El egoísmo es un motor muy frecuente para ser infiel, estar centrado en uno mismo y sus necesidades, lo que orilla a que pienses en ti y busques lo que necesitas sin importar el daño o los problemas que esto ocasione.

Si me hace falta cariño, atenciones, compañía, de una buena conversación, que me entiendan y escuchen. Pues voy y lo busco,  porque no lo recibo de mi pareja.

Una equivocación que hemos puesto en la monogamia, es que nuestra pareja nos debe de representar todo lo que deseamos. Y por principio una sola persona es difícil que sea tu todo. Aunque he de reconocer que si las hay así.

La rutina, el tedio, el aburrimiento, las diferencias, los reclamos, las mentiras y todo lo que genera fricción y discusiones, acaba por cansar y generar enojo. Lo que muchas veces conduce a buscar un aire fresco: una nueva relación.

Actualmente existen múltiples relaciones que se basan en tener una variedad afectivo emocional con otras personas, más allá de tu propia pareja. Y sobre todo vivir una relación sexual, sin buscar la fecundidad. En el pasado, la poligamia si tenía ese objetivo primordial. Hoy no lo es así. El placer, el gozo, la diversión, la aventura, el sentirse cómodamente y en forma confortable con alguien lleva la delantera.

Las crisis conyugales, mal resueltas, disparan la necesidad de ir a tocar otras puertas, y hoy hay muchas personas dispuestas a compartir tus momentos difíciles  extramaritalmente. El descuido a la pareja, la falta de atención, el rechazo, las discusiones, dificultades sexuales, enojos prolongados, carencias económicas, ausencia y abandono fomentan la infidelidad.

En cambio la convivencia, el dialogo, proyectos en común, el entendimiento mutuo, pero sobre todo el verdadero amor, inhiben que se vaya en busca de otras amistades.

Se acaba el encanto del enamoramiento y la atracción llega a su fin, es mucho más fácil ir por una nueva, que arreglar la que tienes.

Vivimos un “matrimonio light” en las buenas y sin problemas. Si no me voy.

DR

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