Jueves, 28 de Marzo 2024

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Afloran los sentimientos encontrados

Por: Ricardo Zermeño

Afloran los sentimientos encontrados

Afloran los sentimientos encontrados

Con mi saludo semanal y los mejores deseos, va la entrega del deporte convertido en arte y donde la charrería sigue adelante, dejando a ustedes que nos dispensan con su lectura esta columna del Más Mexicano de los Deportes.

Fin de semana para la reflexión el que nos tocó abriendo noviembre y donde afloran los sentimientos encontrados. Por una parte, se adelantó en el camino el colimense don César Alcaraz y por otra mejora de salud el púa jalisciense Germán Sánchez Barba.

Así es la vida, unos que ríen y otros que se van, pese a todo la charrería sigue adelante y más que viene la Fiesta Grande.

El doctor Rafael Pulido Abreu le dio buen diagnóstico a Germán Sánchez Barba y ahora el panorama luce más alentador. Desde aquí las buenas vibras al primo hermano y al que también se une la charrería jalisciense, por lo que dejamos todo en manos del Supremo Caporal.

La noticia triste que la que nos hicieron saber ayer temprano, del deceso de don César Alcaraz, oriundo del Estado de Colima y gran amigo pialador que estuvo muchos años en la Alteña de Charros.

Qué tardes aquellas, tan memorables, en la Alteña de Charros cerca de la Basílica de Zapopan, donde se juntaban los amigos pialadores a hacer las delicias de los amantes de la suerte de los “dedos mochos”. Lo mismo don “Pancho” Quirarte, don César Alcaraz, Crisanto Mora, “Chencho” Alejandre y hasta mi padre don Ricardo Zermeño Cárdenas, por mencionar sólo algunos que le daban rienda suelta a la pasión por la quema de santo madero.

El perfume caro de la charrería, en todo su esplendor, pero no sólo eso, sino que antes que todo prevalecía el buen ambiente, la unidad y la hermandad charra.

La cita era a las tres de la tarde, con el pretexto de los piales, había comida y bebidas refrescantes, pero sobre todo se pasaban una tarde muy familiar. Desde esta trinchera el más sentido pésame a la familia de don César Alcaraz, que en paz descanse y el Supremo Caporal lo tenga en su santa gloria.

Hasta la próxima columna, si mi Dios tan Charro no lo remedia.

Comentarios al columnista: ricardozbarba@hotmail.com

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