Tengo en mis manos el texto “¿Absolutismo constitucional?” escrito por el ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Trata sobre el garrafal error -y demagógico- del Presidente Calderón al “adelantarse” al mil veces repetido como mantra por López Obrador, que nadie gane más que el Presidente.Van algunas líneas de este breve, oportuno y valioso texto:“Y la muestra de que el Presidente Calderón sólo cristalizó una promesa de campaña estriba en que, si bien se llevó a cabo la reforma constitucional, no se generó la ley secundaria en una clara omisión legislativa; y aunque hubo límites o techos salariales se incurrió en la simulación en todos los poderes, pues la realidad demostró que se trataba de una propuesta demagógica y que tendría que llevar su administración con lo que pudiera encontrar en el mercado laboral con los pagos que proponía”.Esa manifestación de la realidad llegó a caer en la simulación, pues nunca quedó en claro cuál era el sueldo real del Presidente de la República, que no se componía sólo del salario bruto que se le asignaba en el Presupuesto de Egresos, sino que ya debe incluir conforme con el artículo 127 constitucional todas las prestaciones en especie que recibía el titular del Ejecutivo federal, esto es, habitación, alimentación, vestuario, transportación, vacaciones, casas de descanso, colegiaturas, menaje de casa, etcétera, y que le proporcionaba el Estado Mayor sin incluir los servicios de seguridad y vigilancia que ya no entran en el concepto de remuneración, según la reforma es el precepto de la Constitución la verdad.La verdad que es que ningún servidor público ganaba más que el Presidente de la República, si se tomaba en cuenta dentro del concepto de remuneración todo aquello que percibía, distinto al numerario ya existente, un servicio público no es necesariamente el más capacitado y en el servicio público más caro es per sé y más idóneo, por ello es importante tanto la existencia de un servicio profesional de carrera como el que las repercusiones sean competitivas frente al mercado laboral privado”.El texto contiene incluso los sueldos de Benito Juárez. Y medio concluye:“A escasos dos meses del inicio de la actual legislatura, el embate contra el Poder Judicial, expresado como la necesidad de darle una (sacudida), no deja duda de la intención de someter al único poder autónomo e independiente que no surge de las urnas.Pese a la existencia del artículo 127 constitucional y las contradicciones con otros numerales de la propia Carta Magna, de que se ha dado cuenta, la Independencia y autonomía del Poder Judicial encontró refugio y -vaya paradoja- amparo en artículo 94 constitucional”.Se trata del libro que todo mundo está leyendo como guía indispensable para entender el próximo conflicto de poderes constitucionales en el Estado mexicano.sergio@aguirre-consultores.com.mx / @seraguirre)
