Hace un par de años, un cruzazulino de corazón (al igual que con los atlistas, no hay de otros) compartió con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad algunos indicios de singulares operaciones dentro de la cooperativa Cruz Azul. Luego de muchos meses de trabajo, la reportera Thelma Gómez publicó el 25 de marzo del 2019 el reportaje “El juego millonario de la Cooperativa Cruz Azul”.En esa entrega, Thelma documentaba operaciones por casi 200 millones de pesos en donde la importante cooperativa, una empresa emblemática de nuestro país, pagaba a diminutas empresas, ubicadas en modestos locales de plazas comerciales, por presuntos servicios.Entre las contratadas había una boletinada por el SAT y ligada al escándalo de financiamiento ilegal de la candidatura presidencial de Jaime Rodríguez “El Bronco”; y nadie, ni las empresas contratadas ni la cementera, quisieron o pudieron explicar el tipo de productos supuestamente contratados.En el texto también se reseñaban operaciones en paraísos fiscales por millones de dólares y la falta de oportuna rendición de cuentas, por parte de la directiva de Guillermo Álvarez Cuevas, a los cooperativistas. Conviene recordar ahora algo de lo publicado por la reportera:“En una plaza comercial de Metepec, Estado de México, en donde no hay más de 12 locales comerciales distribuidos en la planta baja y en dos pisos, están las oficinas de Aura Desarrollo Social y Corporativo Facundia, dos empresas que por una consultoría cobran entre dos y seis millones de pesos.“En la ciudad de Puebla, en una construcción de un piso con pintura marrón desgastada y accesorias en su planta baja, está la oficina de Attar 2715 S.C., otra empresa que también cobra entre dos y cinco millones de pesos por una consultoría.“Esas han sido las cantidades que la Cooperativa Cruz Azul pagó a estas tres compañías y a, por lo menos, otras 12 empresas más que en su mayoría tienen como objeto social ‘la prestación de servicios de oficina, administración y operación a personas físicas y morales’.“(…) Por lo menos desde 2016, la dirección general de Cruz Azul ha autorizado el pago de cantidades millonarias a empresas que facturan por servicios de ‘consultoría’, ‘relaciones públicas’, ‘procesos administrativos’ y ‘manejo de presupuesto estratégico para planes de desarrollo y crecimiento’.“Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) tiene copias de 51 facturas emitidas por 15 empresas diferentes por supuestos servicios realizados a la Cooperativa Cruz Azul. Estos documentos muestran que desde enero de 2016 y hasta finales de 2017 salieron, al menos, 191 millones 768 mil pesos de la cooperativa a través de esas empresas.“Una de esas empresas, Attar 2715 S.C., fue señalada por el Instituto Nacional Electoral (INE) de ser parte de un mecanismo de financiamiento irregular durante el pasado proceso electoral. Además, en enero de 2019, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) la incluyó en la lista de empresas que presuntamente realizan operaciones simuladas.“Los pagos millonarios a estas empresas han sido autorizados por Guillermo Álvarez Cuevas, quien desde hace 31 años ocupa el cargo de director general de la Cooperativa Cruz Azul, una de las principales productoras de cemento del país, dueña de un equipo de futbol y de un hotel cinco estrellas en Ixtapa Zihuatanejo”.El reportaje íntegro se puede leer aquí: contralacorrupcion.mx/juegocruzazul.Tras la publicación ocurrió lo de casi siempre. Luego de que no quisieron hablar cuando se les buscó para que fijaran la postura que a su derecho conviniera, los del Cruz Azul salieron a decir que no había nada de cierto en lo reportado por Thelma, que se trataba de una campaña, etcétera, etcétera.Meses después surgieron distintas filtraciones periodísticas de que se investigaba al director de la cooperativa por diversas denuncias.La semana pasada Guillermo Álvarez dejó, en medio de acusaciones de graves delitos, la dirección de la cooperativa.Para él, el deseo de que tenga un juicio justo. Para el cruzazulino que nos puso en la pista, gracias por el tip; y para Thelma, un saludo con la satisfacción de constatar que es no es tan cierto eso de que tras buenos reportajes “nunca pasa nada”. A veces ganan las buenas periodistas.
