Mero ejercicio de pizarrón: si Mateus Uribe, el domingo, hubiera levantado la vista un paso antes de llegar al balón; si hubiera advertido que Gudiño ya estaba inclinado a la derecha y le hubiera tocado el balón a la izquierda, probablemente habría anotado; el América habría conseguido un triunfo mitad épico, mitad dramático… y Raúl Gudiño, en vez de salir como héroe, lo habría hecho como villano de la película, porque suya había sido la falta que se sancionó con la pena máxima.Pero como las cosas sucedieron exactamente al revés, el arquero del Guadalajara no sólo se erigió en figura del “Clásico”, sino pasó a ser, de sopetón, candidato a la Selección Nacional.*Los partidos de la inminente Fecha FIFA -el 11, en Monterrey, ante Costa Rica; el 15, en Querétaro, ante Chile- parecen propicios para avanzar en el proceso de renovación del “Tri”...Salvo el buen deseo de paliar el antecedente del ominoso 7-0 adverso ante los andinos en la Copa América Centenario, hace dos años, los dos encuentros, en lo que atañe a sus resultados, son intrascendentes: tanto como los del mes pasado, ante Uruguay y Estados Unidos, resueltos con derrotas por 4-1 y 1-0, respectivamente. Como éstos, son partidos a modo para observar a los candidatos a quedarse con plazas correspondientes a jugadores que, según la lógica, quizá cumplieron ya su ciclo como mundialistas porque difícilmente les durará la cuerda hasta la cita de Qatar 2022.*En lo que acaba de despejarse la incógnita relacionada con el nombre del próximo técnico nacional, “Tuca” Ferretti, como interino, muy bien puede considerar que los tres habituales arqueros del “Tri” llegarán al próximo Mundial, si las lesiones y el tiempo los respetan, Ochoa, con 37 años; Talavera, con 40; Corona, con 41.Pensar, pues, en jóvenes como Lajud (Tijuana), Gudiño (“Chivas”), Toño Rodríguez (Lobos BUAP), Yarbrough (León), Hugo (Necaxa) y Pepe Hernández (Atlas), Blanco (Pachuca), Acevedo (Santos Laguna) y Zaldívar (“Pumas”), y en llamarlos a la Selección a medida que adquieran regularidad y hagan méritos con sus equipos, parece razonable…Parece razonable, especialmente porque la presencia de Marchesín (América), Barovero, Carrizo (Monterrey), Sosa (Morelia), Vikonis (Puebla), Volpi (Querétaro), Guzmán (“Tigres”) y Gallese (Veracruz), por ejemplo, son sintomáticos de que el cuento de que México es tierra de grandes guardametas, gradualmente se está convirtiendo en mito (definido en alguna película como “una mentira que crece”).
