Si Ernesto Valverde, técnico del Barcelona, y Erik ten Hag, del Ajax, fueron puestos por algunos sectores de la crítica como es fama que Dios puso al perico a raíz de las derrotas de sus equipos ante Liverpool y Tottenham, respectivamente, en las recientes semifinales de la Champions League, ¿qué tiene de sensacional que Miguel Herrera y Diego Alonso hayan recibido un trato similar, una vez que sus equipos -América y Monterrey- se ahogaron, literalmente, a un metro de la orilla, y quedaron condenados a ser simples espectadores de la Final del Torneo de Apertura de la Liga en México?Es, para bien o para mal, el sino de los técnicos: ser, sobre todo en las derrotas, los protagonistas de la película…Sin perjuicio de que a Ignacio Ambriz y Ricardo “Tuca” Ferreti, entrenadores de los equipos que esta semana definirán el título de la Liga MX, se les reconozca, en buena medida, el mérito que les corresponde por la campaña realizada por sus equipos, tildar de “fracaso”, con toda la carga emotiva que lleva ese vocablo, las campañas de América y Monterrey, es tan injusto como querer culpar a Herrera y Alonso de los descalabros.No con el afán de darles el rol de “El Muchacho de la Película” a uno y el de “El Villano” al otro, probablemente haya consenso, por una parte, en que Nahuel Guzmán, portero de los “Tigres”, tuvo, el sábado, por lo menos tres intervenciones determinantes en el resultado, y en que Nico Castillo, atacante del América, por la otra, malogró al menos dos situaciones propicias para hacer el gol -¡uno nada más…!- que hubiera cambiado la historia.Guzmán, ocasionalmente, ha cometido errores que han ocasionado derrotas a su equipo. Castillo tiene un historial respetable; su campaña con los “Pumas”, antes de irse a Portugal, lo avala como un gran atacante. El Monterrey -y su técnico, por ende- hizo lo conducente para plantearse con claridad ante Nahuel, y el “Piojo” tenía argumentos para apostar por la inclusión de Nico en su alineación titular… aunque su rendimiento, desde que llegó al América como su contratación bomba para la campaña en curso, no hubiera estado a la altura de su fama.En todo caso, Alonso y Herrera estaban sobre aviso de que en este negocio no todos los días son de lanzar cohetes: hay algunos que son de recoger varas…
