Por más que se pondere la competitividad de la mayoría de sus equipos como una de las características sobresalientes de la Liga MX, y que se subraye el excelente nivel de los planteles que ordinariamente llegan lejos en los campeonatos mexicanos, para el aficionado con algunas horas de vuelo sigue siendo chocante constatar la presencia mayoritaria de jugadores extranjeros en las alineaciones… en tanto que la de mexicanos, minoritaria en términos generales, ocasionalmente se limita a ser simbólica.*El fenómeno se explica porque la Federación Mexicana de Futbol consiguió, primero, sacudirse el peso de un decreto presidencial emitido por Manuel Ávila Camacho, cuando las circunstancias de la postguerra lo ameritaban, en el sentido de que en todas las fuentes de empleo, en México, debía haber mayoría de “mexicanos por nacimiento”, y después porque las leyes determinaron la igualdad de derechos y obligaciones para mexicanos por nacimiento y por naturalización.Así, por una parte, se abrió la puerta para que muchos futbolistas extranjeros adquirieran la ciudadanía mexicana por naturalización; por la otra, se modificó la norma que limitaba a tres el máximo de jugadores extranjeros por equipo en la cancha.*El tema viene al caso por el planteamiento de los nuevos dirigentes del Atlas, en el sentido de que un porcentaje determinado del plantel -la tercera parte, tentativamente, según el ejemplo que pusieron- debe estar cubierto por jugadores surgidos de las propias fuerzas básicas del club.Cualquiera diría que, por su historia, el Atlas es claro ejemplo de que, en efecto, la autosuficiencia -hasta cierto punto- de los equipos mexicanos, es posible…Los rojinegros de cepa del Atlas podrán hacer, de memoria, con los nombres de jugadores surgidos de su cantera, en los años de “La Academia” (del “Viejo” Valdatti), “Los Niños Catedráticos” (de Javier Novello) y “Los Amigos del Balón” (del “Pistache” Torres), listas interminables. Y podrán hacer, también, extensas listas de jugadores sobresalientes en otros equipos, surgidos asimismo de una cantera -la rojinegra- a la que se calificaba de “inagotable”.*La cuestión es que, desde la generación de los Cabuto, Méndez, Márquez, “Chato” Rodríguez, Zepeda, Andrade, Osorio, Estrada y demás, que llegaron, con Ricardo La Volpe como técnico, a una Final, no han vuelto a salir tantos jugadores de ese nivel.(Aquella efeméride data de 1999. Por algo se dice que “No es lo mismo Los Tres Mosqueteros… que Veinte Años Después”).
