Salvadas las obvias diferencias, es probable que a Matías Almeyda le sucediera en el Guadalajara lo que a Zinedine Zidane en el Real Madrid…El punto de contacto consiste en que el Madrid tuvo una recuperación espectacular, vertiginosa, a partir de que Zidane fue colocado en el puente de mando, y que después de brillar y coronarse en todas las competencias en que participó —la Liga, la “Champions”, el Mundial de Clubes…—, tuvo un desplome igualmente vertiginoso; y las “Chivas” pasaron asimismo, sin transición, de la cima del título en el anterior Torneo de Clausura, a las simas de la mediocridad en el pasado Torneo de Apertura y lo que va del actual.*La diferencia principal, al decir de los entendidos, estriba en que Zidane, allá, insiste en dar toda su confianza a los jugadores… aunque los resultados se empecinen en exhibirlos como tristes caricaturas de lo que fueron hasta hace unos meses; Almeyda, en tanto, tras la derrota del viernes en Puebla, parece haber decidido dar un brusco golpe de timón a partir del partido de la próxima jornada, ante Santos Laguna.*Cuando el dueño del juguete proclamó, en plena borrachera por la conquista del título en el anterior Torneo de Clausura, que “ha nacido un nuevo ‘Campeonísimo’”, pasó por alto un par de lecciones que da el futbol. Una, que casi cualquiera puede ser campeón —y más en una Liga con un sistema de competencia como el vigente en México—… pero no cualquiera puede revalidar el título en el siguiente certamen. Y la otra —estrechamente vinculada con la anterior—, que los rivales aprenden…Ejemplos de la validez de ambas reglas han sido los fracasos ligados desde el pasado Torneo de Apertura hasta la fecha, sintomáticos, primero, de la suficiencia que ha caracterizado el desempeño de algunos jugadores rojiblancos, y después, de que los adversarios han encontrado el antídoto adecuado para los argumentos de que las “Chivas” se valieron para bordar la décimo segunda estrella alrededor del escudo.*Almeyda sabe que dentro de su plantel hay jerarquías. Pero si se cumplen las previsiones y ante los “Guerreros” utiliza una fórmula diferente a la utilizada hasta ahora (con los mediocres resultados que constan en actas), nadie podrá reprochárselo.Después de todo, su chamba consiste en eso: en mantener lo que funciona… y cambiar lo que no.
