Sería simplemente vergonzoso, si no fuera trágico…Habrá, seguramente, intentonas de desmentirlo; habrá declaraciones triunfalistas -como ya las hubo en diversas ocasiones: por palabras no ha quedado- en el sentido de que México fue “el primer país de Latinoamérica en aplicar vacunas contra el COVID-19”; habrá predicciones optimistas acerca de la fecha en que aparezcan, ahora sí, las primeras señales creíbles de que, en efecto, ya se está domando la pandemia, conforme se reduzca la incidencia de contagios y disminuya significativamente la cifra diaria (oficial) de defunciones.-II-Por lo pronto, hay un hecho inquietante: el dato de que el Ránking de resiliencia COVID-19, con datos de 53 naciones de varias regiones del mundo, elaborado por la empresa de servicios financieros Bloomberg, del que da cuenta EL INFORMADOR hoy, ubica a México… en el lugar 53: el último de las economías clasificadas.La nota subraya que “las muertes alcanzan récords máximos” y destaca que el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció haber contraído el virus. Sigue, según la misma fuente, la danza macabra de los números: los 150 mil 273 fallecimientos -hasta el lunes- y el millón 771 mil casos confirmados (ídem); la letalidad de 7.5%: la mayor de los 53 países estudiados; las mil 156 muertes por cada millón de habitantes y el índice de positividad de 41.1%, “lo que implica que las autoridades no detectan una cantidad significativa de contagios”.La directora del programa de América Latina del Wilson Center, Cynthia Arnson, puso el acento en que “el enfoque displicente de liderazgo -de López Obrador y las autoridades sanitarias, al subestimar la gravedad de la pandemia-, junto a una falta de redes de seguridad social y sistemas fuertes de salud pública, ha empeorado la crisis”. A su vez, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Kenia López, señaló que como “resultado de pésimas decisiones”, México, por los índices de mortalidad considerados -sin perjuicio de que algún día se sepa si las cifras reales de contagios y de muertes no son mucho mayores que las oficiales-, es, si no del mundo, sí de los 53 países evaluados, con el mayor índice de mortalidad entre ellos, “el peor lugar” para estar en estos tiempos de pandemia.-III-Por donde quiera verse, un récord ominoso; un argumento de autoridad a favor de quienes consideran que las cosas, aquí, en esa materia, se han hecho -para decirlo amablemente- con las patas.
