Viernes, 29 de Marzo 2024
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- Quimera

Por: Jaime García Elías

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Quizá no sean exclusivas, pero en México hay anomalías institucionalizadas. Una de ellas, que muchos delitos no se denuncian… En el caso de asaltos, robos y similares, por ejemplo, es un lugar común refugiarse en el consuelo de que “los bienes van y vienen” -o en el cristiano “sea por Dios…”- al tomar la decisión de “dejar así las cosas”.

-II-

Denunciar -lo sabe cualquiera que haya pasado por ese calvario- es engorroso, ordinariamente es inútil… y puede resultar contraproducente. La tramitología (filas, documentos, eventualmente testimonios…) es lenta y compleja; las perspectivas de que la denuncia genere una investigación son mínimas; las de que esa investigación resulte exitosa, prácticamente nulas; y si llegara a identificarse y detenerse al delincuente, la víctima del delito teme a las represalias; es decir que el remedio puede resultar peor que la enfermedad. De ahí que la denuncia, en los casos en que se realiza, corresponde más a un requisito legal vinculado con un seguro -el robo de un automóvil, que debe denunciarse para que la agencia liquide la suma convenida, verbigracia- que a otra razón práctica.

Noticias como el hallazgo de una fosa clandestina en la colonia El Sabino en el municipio de El Salto (EL INFORMADOR, XI-23-20), por ejemplo, en la que se encontraron los restos de 113 personas, incorporan el dato de que varias de ellas -30, para ser exactos: 28 hombres y dos mujeres- han sido identificadas por el Servicio Médico Forense, y subrayan que las mismas “contaban con una carpeta de investigación en el área de desaparecidos”.

La tramitología (filas, documentos, testimonios…) es lenta y compleja; las perspectivas de que la denuncia genere una investigación son mínimas

Que el 25% de las víctimas hayan sido identificadas se explica porque, a diferencia de lo que sucede con los delitos patrimoniales, la desaparición de personas ordinariamente se denuncia. Se sabe que en un porcentaje significativo de los casos, las personas “desaparecen” voluntariamente y de la misma forma regresan… aunque hay, por desgracia, otro porcentaje en que aparecen en circunstancias similares a las de las encontradas en fosas clandestinas.

-III-

Lo más lamentable, sin embargo, es que en la casi totalidad de los casos, tales delitos no se esclarecen. Solo excepcionalmente llegan a saberse sus causas y a identificarse, aprehenderse, procesarse y sancionarse a sus autores.

Solo excepcionalmente llegan a saberse sus causas y a identificarse, aprehenderse, procesarse y sancionarse a sus autores

Si las cifras de la criminalidad no solo se mantienen sino se incrementan incesantemente -las estadísticas lo demuestran-, es porque el potencial delincuente actúa con la relativa tranquilidad de saber que el castigo al delito, en este bendito país, es una quimera.

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