Jueves, 28 de Marzo 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

- Oprobio y rubor

Por: Jaime García Elías

- Oprobio y rubor

- Oprobio y rubor

Jalisco, de manera abrupta, reapareció hace un mes en el mundo de la información. El estado, apacible hasta que la “pax provinciana” que había sido históricamente su sello distintivo se vio intempestivamente quebrantada por asuntos tan impactantes como las explosiones de los colectores del Sector Reforma, hace ya 26 años, y el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, hace 25, y muy particularmente su otrora amable y risueña capital, no han vuelto a ser los mismos...

-II-

Hace un mes, sin ir más lejos, detonó el asunto de “el tráiler de la muerte”, del que no tiene caso recordar los escabrosos pormenores. Sí hay que decir, empero, que el compromiso que asumió públicamente el gobernador Aristóteles Sandoval, de que serían inhumados los 444 cadáveres anónimos y refrigerados, burdamente acumulados y técnicamente “en resguardo” del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, se quedó incumplida. Y no por falta de esa entelequia denominada “voluntad política”, sino, simplemente, porque el problema de la violencia incontenible rebasa notoriamente la capacidad de las autoridades, ya no para contenerla -que sería lo ideal- sino tan solo para manejarla con un mínimo de eficiencia, dignidad y decoro.

-III-

Hasta el domingo, 37 de los 444 cadáveres que fueron noticia, habían sido entregados a sus familiares; 154 más, inhumados, por cuenta del estado, en criptas de cementerios municipales, en circunstancias que la prensa internacional -que dedicó al asunto amplios reportajes especiales- calificó de precipitadas y rudimentarias.

Ahora bien: a partir de que el espeluznante asunto -digno de una novela de terror de Edgar Alan Poe- fue difundido a nivel mundial, para oprobio de Jalisco y rubor de sus “h.” autoridades, la ola de criminalidad se ha mantenido en los niveles acostumbrados de unos años a esta parte. El promedio diario sigue siendo de cinco crímenes que se descubren porque todos los días aparecen otros tantos cadáveres... pero que casi nunca se aclaran.

En la improbable hipótesis de que sólo uno de esos cinco cadáveres no fuera oportunamente identificado, en poco más de un año se alcanzaría nuevamente la cifra que el mes pasado fue noticia…

Y lo peor: nada se ha hecho para reducir la impunidad, que sigue siendo del 97%. Una cifra que exhibe la escandalosa incompetencia de los organismos encargados de impartir uno de los bienes más preciados para el ciudadano común y más exóticos en estas tierras -dirían las Coplas del Payador Perseguido- “por las que Dios no pasó”: la justicia.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones