Bien dicen que “cada quién tiene su estilo de matar pulgas”.Mire usted...-II-En Ecuador (datos de “San Diego Union-Tribune”, XI-15-21), hace dos meses ocurrió la matanza de 119 reclusos de la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, ocupada por más de ocho mil 500 internos (fue construida para cinco mil), entre los cuales muchos integrantes de al menos seis bandas de narcotraficantes. El sábado pasado, en el mismo reclusorio, un enfrentamiento entre bandas rivales dejó un saldo de 68 muertos y 25 heridos. En lo que va del año, más de 324 reclusos han muerto en enfrentamientos en cárceles del país.Ante ese panorama, el presidente Guillermo Lasso anunció el lunes que haría de la seguridad ciudadana la máxima prioridad de su Gobierno, y asumiría personalmente la coordinación nacional de las fuerzas del orden. De entrada, dispuso que más de mil efectivos del ejército y la policía asumieran “el absoluto control del sistema penitenciario en Guayaquil”. Precisó que no se trata de enfrentar a “la delincuencia común”, sino a grandes organizaciones que disponen de modernas infraestructuras y sofisticadas armas -algunas de las cuales entran a las cárceles mediante drones- “respaldadas por un músculo económico que rivaliza con los presupuestos de seguridad de muchos estados”. Anunció asimismo “nuevas herramientas legales para el uso progresivo de la fuerza policial”, y señaló que “el combate al narcotráfico contará con el soporte de Estados Unidos, Israel, Colombia, Reino Unido y España, así como de la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea”.-III-El tiempo (“supremo juez”, lo llamó Paul Dukas) dará cuenta de los resultados...En tanto, en México, la ola de criminalidad que a últimas fechas se ha manifestado en destinos turísticos como Acapulco, Mazatlán, Los Cabos y la llamada Riviera Maya, atribuida por las autoridades a “enfrentamientos entre cárteles de la delincuencia organizada”, ha acentuado la percepción 1) de que los niveles de violencia, ya altos de por sí, se incrementan constantemente; 2) generado el temor de que se afecte seriamente el turismo, que reporta cerca de 25 mil millones de dólares anuales (es la tercera actividad que más divisas aporta a la economía nacional), y 3) alimentado la convicción de que las autoridades deberían hacer algo más que despotricar contra los perniciosos efectos de la -fallida, ciertamente- “guerra contra la delincuencia” declarada hace quince años por el entonces Presidente Felipe Calderón... o insistir dulcemente en el rollo insustancial de los “abrazos y no balazos”.jagelias@gmail.com
