Miércoles, 24 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

- Imagen vergonzosa

Por: Jaime García Elías

- Imagen vergonzosa

- Imagen vergonzosa

Decir que la limpieza de una ciudad es fiel reflejo del civismo de sus habitantes, es incurrir en una rotunda obviedad. Señalar que tiempos hubo en que Guadalajara se preciaba justamente de ser una ciudad limpia y, por ende, por ese y otros motivos, legítimo orgullo para los tapatíos, es el paso previo para otra obviedad: Que vale como regla –aunque, felizmente, admita bastantes excepciones— la frase de Jorge Manrique en las célebres Coplas a la Muerte de su Padre: “Cualquiera tiempo pasado fue mejor”.


-II-

Otras veces ha sido noticia el desaseo del Centro Histórico de Guadalajara. Lo ha sido cuando se han emprendido intentonas –fallidas todas ellas— por recuperar esa honrosa característica de la ciudad. Lo ha sido cuando se han emprendido “cruzadas”, campañas y similares para eliminar, primero, y combatir, después, el “grafiti”. Lo ha sido, sobre todo, cuando las autoridades se han sacado de la manga ases truculentos, bromas de mal gusto para quienes se avergüenzan del desaseo, la incuria, la degradación y el abandono en que se encuentran muchas zonas de la ciudad, como la noticia, hace seis años, de que Guadalajara se había hecho acreedora a “La Escoba de Plata” que otorga la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente, con sede en Madrid, “por la política pública que –según eso— ha diseñado en el manejo de los desechos y la limpieza de la ciudad y su Centro Histórico”. Una distinción que, en todo caso, habida cuenta de que era total y escandalosamente inmerecida, debió haberse declinado… por elemental pudor.

-III-

El tema regresa a la palestra informativa por el desaseo, la suciedad y el descuido que resplandecen en el camellón y las laterales de la Carretera a Chapala, particularmente desde el Periférico hasta el crucero Santa Rosa-La Barca.

Habida cuenta de que esa arteria es, de hecho, la tarjeta de presentación de la “culta” y “amable” Guadalajara a los ojos de los turistas que llegan en avión, es vergonzoso que esa sea la segunda imagen que los visitantes perciben de la ciudad. La primera, desde el aire, es que se trata de una urbe monstruosa, por sus dimensiones, y acaso, por lo mismo, ingobernable: una ciudad en que sus insuficiencias y rezagos, en materias de seguridad, aseo y demás servicios públicos, van equilibrando la balanza que en otros tiempos era claramente favorable a los timbres de orgullo de sus moradores y a los afanes de sus gobernantes.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones