Sábado, 20 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

- "Huachicoleo" (II)

Por: Jaime García Elías

-

- "Huachicoleo" (II)


A algo se atenía Ramón López Velarde cuando decidió incorporar en su “Suave Patria” dos versos que recitaban, en sus años de escolapios, los hoy abuelos: “El Niño Dios te escrituró un establo, / y los veneros del petróleo…, el diablo”.

-II-

La crisis -escasez, desabasto o como quiera denominarse- de la gasolina, ya ha generado los primeros efectos perniciosos: largas filas de automóviles en las gasolineras; conflictos viales; pérdida de miles de horas-hombre; conatos de violencia; encarecimiento artificial y doloso del combustible; medidas desesperadas, potencialmente peligrosas, como el empleo de depósitos inadecuados para transportar e incluso almacenar el (permítase la expresión) “vital líquido”; decisiones como la anunciada por el gobernador de Michoacán, de justificar el ausentismo escolar, “por falta de transporte”; previsiones acerca de un próximo desabasto -con los correspondientes mercado negro, encarecimiento, etc.- de alimentos, medicinas y demás productos básicos...

Ha generado, también, recriminaciones de funcionarios de todos los niveles a los funcionarios de Pemex, incapaces de accionar una varita mágica -¡plin…!- para resolver el problema de inmediato; (recriminaciones, por cierto, equivalentes al consabido “Te lo digo, Juan, para que me entiendas, Andrés Manuel”, porque su verdadero destinatario, obviamente, es quien, al ordenar el cierre de los ductos, ocasionó todo este desgarriate).

-III-

Detrás del susodicho desgarriate, sin embargo, hay otro tema: la necesaria complicidad de los expendedores que “normalizaban” la comercialización de la gasolina robada.

A partir de la crisis, más allá de las señaladas recriminaciones, el fenómeno ha tenido implicaciones políticas. Por ejemplo, el debate cameral orientado a que se penalice a los gasolineros que han fungido como el eslabón final en la cadena delictiva del “huachicoleo”, con la cancelación de sus concesiones…

No ha habido, en cambio -que se sepa, al menos- acciones policiacas; no se ha tenido conocimiento de ningún señalamiento concreto en contra de ningún participante activo en un delito que se ha cometido sistemáticamente, no desde hace años, sino -importantísima diferencia de matiz, porque alude a la ineficiencia, igualmente sistemática, de varios gobiernos para atacar ese problema- desde hace varios sexenios. No ha habido detenciones. No se ha iniciado ningún proceso “contra quien resulte responsable”…

No se ha enviado, en suma, el mensaje que sería fundamental para inhibir, de cara al futuro, una práctica a la que sólo se ha decidido llamar por su verdadero nombre a raíz de la presente crisis: no “perdón y olvido”; sí que, en efecto, aquí “el que la hace, la paga”.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones