Sábado, 20 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

- Ciclovías

Por: Jaime García Elías

- Ciclovías

- Ciclovías

Reconciliar a Guadalajara con su antigua calidad de “pueblo bicicletero” ha sido, por lo menos en el último cuarto de siglo, una buena intención de sus gobernantes, de todos los colores. En su realización ha habido, sin embargo, hasta ahora, salvo prueba en contrario, más voluntad que acierto.

-II-

De entrada, la pretensión de hacer de la bicicleta una alternativa viable de transporte para los tapatíos, ha sido medida desesperada; ha sido consecuencia más de la incapacidad de las autoridades para reordenar, dignificar y hacer eficiente el transporte público, que resultado de estudios técnicos serios, o de aplicar modelos aplicados exitosamente en ciudades de dimensiones y características -topografía, clima, etc.- similares a Guadalajara.

Cuando adquirió fama de “pueblo bicicletero”, a mediados del siglo pasado,  Guadalajara era una ciudad de medio millón de habitantes. Escasamente llegaba, hacia el norte, más allá de la Normal; hacia el sur, a la Colonia Morelos; al oriente, hasta San Felipe de Jesús (La Hermosa Provincia estaba extramuros de la urbe); hacia el poniente, hasta Los Arcos. Su topografía, predominantemente plana, era amable con los ciclistas. Su parque vehicular, escasísimo entonces, por lo consiguiente. Recorrer la ciudad, de extremo a extremo, representaba pedalear 30 minutos, a lo sumo.

Hay quienes, en la actualidad, pueden hacer compatible el uso de la bicicleta con el transporte público, lo que se comprueba con la buena respuesta que ha tenido el programa “Mibici” en los casi cinco años transcurridos desde que se implementó. En cambio, las inversiones realizadas por todos los ayuntamientos de la Zona Metropolitana para instalar ciclovías, ha sido irregular en sus resultados, y ha generado reacciones encontradas; mayoritariamente, hasta donde alcanza a percibirse, negativas, reprobatorias o francamente hostiles por parte de los vecinos… y, por supuesto, de los automovilistas.

-III-

Habilitar ciclovías, reduciendo los carriles de circulación para los automotores, en vialidades a menudo saturadas, no necesariamente es una invitación a que los automovilistas dejen sus vehículos y opten por la bicicleta. Unos por su edad, otros porque las distancias que deben recorrer son considerables, y todos porque usar la bicicleta como vehículo habitual es una práctica que muchas veces raya en la temeridad -tan común es que los ciclistas no respeten a los peatones, como que los automovilistas no respeten a los ciclistas-, la experiencia ha venido a demostrar que “ni todos los caminos están hechos para todos los caminantes” -Goethe dixit-… ni todos los tapatíos quieren o pueden andar en bicicleta.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones