Difícilmente volverá a ser el “pueblo bicicletero” -como lo llamaban, despectivamente, los chilangos- que fue en los nostálgicos “tiempos de María Canica”. El salto cualitativo a la calidad de “metrópoli” -ocurrido, probablemente, el 8 de junio de 1964, merced al advenimiento del Tapatío Un Millón- es, para bien o para mal, un hecho irreversible.Como quiera, la noticia de que Guadalajara “Es la ciudad que cuenta con una mayor coordinación para construir estrategias e implementar acciones que permitan a la ciudadanía trasladarse en bicicleta a través de ella” (EL INFORMADOR, VI-16-20), bien vale -con la venia de Enrique IV de Borbón- una misa…-II-El caso es que, entre 31 ciudades evaluadas por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo México, el otrora “pueblo bicicletero” logró la mejor calificación en los rubros que inciden en que un número creciente de personas opte por la bicicleta como alternativa de transporte. Entre tales rubros, al lado de criterios un tanto nebulosos (capacidad institucional, monitoreo y evaluación, regulación, etc.), se incluyen, seguramente, la construcción y mantenimiento de ciclovías -pese a la oposición de vecinos que deploran la reducción de carriles para el transporte motorizado-, el programa de bicicletas públicas y la promoción del mismo.Aunque el reporte no da cifras concretas acerca del incremento de usuarios desde que se dieron los primeros pasos en ese sentido, ni del impacto de factores ambientales -calor, lluvia...- en el uso habitual de la bicicleta, hay indicios adicionales de que la ciudadanía ha acogido con simpatía la iniciativa; concretamente, que Zapopan ocupa el tercer lugar (el segundo corresponde a la Ciudad de México), y Tlaquepaque el undécimo a nivel nacional. Se consideran asimismo “las acciones que están tomando algunas ciudades para promover el uso de la bicicleta en respuesta a la emergencia sanitaria del COVID-19”, y el dato adicional de que entre ellas sobresale la implementación de 13 kilómetros de ciclovías emergentes en Guadalajara y 28 kilómetros más en Zapopan.-III-El reporte señala “la necesidad de que la mayoría de las ciudades analizadas cumpla con criterios de comodidad, seguridad y coherencia” de las redes de movilidad en bicicleta. Una asignatura pendiente, ciertamente, por parte de las autoridades y de quienes ven con desdén a los ciclistas…, aunque las señales de que muchos tapatíos tienden a reconciliarse con añejas prácticas, virtuosas, en detrimento de otras adoptadas en nombre de un erróneo concepto de la modernidad, sean buenas noticias.
