En efecto: puestos a documentar asuntos en que no sólo se manifiesta sino resplandece “una lógica de indolencia, negligencia, falta de coordinación y nula capacidad de gestión” -como dijera el gobernador Aristóteles Sandoval- en temas como el de “el tráiler de la muerte”, queda claro que la noticia de la temporada (y uno de los escándalos más sonados a cuenta de la administración saliente) no es precisamente la excepción a la regla de aptitud, eficacia y celeridad de los organismos vinculados al aparato gubernamental para otorgar a los ciudadanos los servicios que demandan y que dicho aparato está obligado, por ley, a prestar.-II-Es probable que ningún otro ejemplo de las ineptitudes enlistadas por el gobernador haya sido tan escandaloso como el de los cientos de cadáveres anónimos e insepultos que han evidenciado la incompetencia de las autoridades para resolver los crímenes cotidianos en la otrora “Ciudad Amable” y para tratar con decoro los restos de sus víctimas…En la memoria y en la experiencia del ciudadano común hay innumerables situaciones similares: la saturación en el área de maternidad en el Hospital Civil, que ocasionalmente obligó a médicos y enfermeras a colocar dos bebés en cada cuna; la insuficiencia de quirófanos en el mismo nosocomio, que hacía imperativo postergar operaciones que normalmente debieron practicarse de inmediato; en otro ámbito, el alto porcentaje de rechazados entre los aspirantes a un espacio en preparatorias o facultades de la Universidad de Guadalajara; en uno más, la demanda de servicios médicos de derechohabientes del IMSS y del ISSSTE, que excede considerablemente la oferta de sus clínicas y hospitales, y se traduce en que las citas para el área de especialidades, una vez que en los consultorios de medicina familiar se hace el diagnóstico preliminar de una dolencia a la que debe darse seguimiento, se programen para varios meses de distancia… y que con mucha frecuencia se vuelven innecesarias porque el supuesto “derechohabiente” fallece antes de la fecha establecida para la cita; en otro, la insuficiencia -amén de la escasa calidad- del transporte público, etcétera.-III-Colofón: ni es previsible que la crisis de los cadáveres acumulados en el Servicio Médico Forense se resuelva una vez que se le baje la espuma al tema de moda, ni que las otras deficiencias ostensibles se subsanen en el corto plazo. Después de todo, la citada “lógica de negligencia, indolencia…”, etcétera, de que hablaba el gobernador, es, en múltiples renglones, la marca de la casa.
