Viernes, 19 de Abril 2024
Estilo | Prueba de manejo

Challenger: los 807 caballos del apocalipsis

Si el averno existiera, este sería el carruaje del diablo; un auto con una década de éxito que se resume en el poder de este “gato infernal”

Por: El Informador

El aplomo se siente y se ve en este coche, cuya presencia es única gracias a los detalles que lo hacen llevar el apellido Super Stock. EL INFORMADOR/D. Ledesma

El aplomo se siente y se ve en este coche, cuya presencia es única gracias a los detalles que lo hacen llevar el apellido Super Stock. EL INFORMADOR/D. Ledesma

El Challenger me trae muy buenos recuerdos. Cuando manejé el primero, precisamente era uno del mismo color que este Challenger Super Stock; una anécdota viene de cuando estaba afuera de la casa lavándolo y los vecinos (a quienes trataba poco) se acercaron para romper el hielo y ponerse a admirar aquel Challenger. En su momento era un auto muy atractivo y cómo no, si era uno de los muscle car más modernos del momento y de paso sirvió para la charla y hacer buenos amigos desde entonces.

Y así como lo conocí, así se ha mantenido el Challenger a lo largo de una década. Lo he disfrutado tanto, que el más memorable ha sido la versión del 392 que manejé por allá en el 2012… me ahorro más detalles pero les confieso que era invencible en las calles y la pista. Sin embargo, todos y cada uno de los Challenger que he podido conocer tienen su grado especial.

Ahora, con el Dodge Challenger SRT Super Stock llegamos al paraíso, o mejor dicho, ¡al mismísimo infierno de los autos! Este coche tiene más de un año de haberse presentado en Estados Unidos, pero llegó apenas en noviembre del año pasado a México, con toda la musculatura que esperas de un auto de su clase. Cuenta con la armadura de la versión Widebody Redeye pero con una carrocería 3.5 pulgadas menos ancha. De por sí el coche se percibe enorme desde el puesto de conducción, pero esta reducción del tamaño ayuda un poco con la dinámica.

Destaca en el exterior el cofre con dos entradas de aire, rines de 18 pulgadas de diámetro con llantas Nitto con medida 315/40 que esconden los discos de freno de 14 pulgadas y las pinzas de frenos Brembo con seis pistones; pues así como acelera en serio, frena con muchas ganas. Atrás, la doble salida de escape emite un sonido ensordecedor cuando aceleramos en el modo Track, pues hace un ajuste en el reglaje del auto para estar listo y exprimir ese motor V8 HEMI sobrealimentado con 6.2 litros de desplazamiento, 807 caballos de potencia y 707 libras-pie de torque. Cifras brutales que lo hace el rey de los muscle cars de nuestro tiempo, homologados para la calle (y vaya que éste raya en el límite con eso del “homologado”).

¿Qué tal se siente manejar este Challenger? Es un auto hecho para quienes aman los muscle cars, por su tamaño y porque no es el típico coche deportivo que te hace sentir buen piloto; en este tienes que ser buen piloto o al menos tener habilidad para conducir. Pero, para que no la riegues, tiene su llave negra, que le indica al coche que hoy lo manejaremos “tranquilo” con el modo Custom o Auto. Y esto hace que la dirección sea suave, la aceleración contenida (si se puede decir así) la cual hace los cambios hasta las 3 mil 500 revoluciones.

De 0 a 100 km/h en 3.25 segundos y velocidad tope de 270 km/h. EL INFORMADOR/D. Ledesma

Pero para que me entiendan, manejarlo es algo así como querer ponerle un collar a un león para querer pasearlo; vas a sentir que todo el tiempo quiere correr, pero se aguanta (o te aguantas lo más que puedes con la correa). Sin embargo, con la llave roja, tenemos la tentación de ponernos a tono con los modos Track o Sport, los cuales se pueden elegir desde la pantalla. Con estos, insisto, el auto exprime los 807 caballos e incluso con el Launch Control saca todo el poder de ese HEMI con caja automática de ocho velocidades para hacer tiempos de 1/4 de milla en 10.5 segundos a 210 km/h, por ejemplo.

El manejo se percibe duro al activar esos modos, la dirección reduce al mínimo su movimiento y al máximo el endurecimiento, lo mismo sucede con la suspensión de competencia con amortiguadores Bilstein de amortiguación adaptativa, el tacto del acelerador es dinamita pura y el freno muerde los discos como si le entrara a una hamburguesa de Shake Shack. En combinación con los enormes asientos deportivos que son del tamaño ya de un sillón de casa (comparado con los deportivos actuales que son más ligeros y de fibra de carbono en algunos casos) tenemos cierta comodidad para considerarlo como un auto para el día a día, pero el motor no nos deja ir tranquilos.

El consumo según la computadora está por encima de los 3 kilómetros por litro, o será que me pasé un poco de la raya, pero no me asusta pues es lo que te esperas de un deportivo que por cada tanque te dé unos 300 kilómetros de autonomía, si bien te va.

En resumen, la esencia del Challenger queda plasmada en este super auto. Tiene musculatura, potencia, tecnología y mucha presencia, un gran rival para el Chevrolet Camaro ZL1 o el Ford Mustang Shelby GT500, y que por muchos años disfrutó de las mieles del éxito pero hoy en día necesita modernizarse. ¿Me lo compraría? Sin dudarlo, porque aún fui de los que aprendió a manejar en un auto con motor V8 y este coche es una carta fuerte para la nostalgia, además de ese diseño retro. Pero, no es para cualquiera, pues además de tener manos hábiles para conducirlo hay que pagar por él una fortuna en todos los sentidos.

Así, me despido de este modelo, del cual espero pronto volver a encontrar quizá como versión eléctrica, porque a gasolina en 2024 dejarán de ser producidos éste y el Charger, según compartió en la revista Motor Trend el CEO de Dodge, Tim Kuniskis, para ser sustituido por un e-muscle. Ya veremos.

Clásico. La tecnología y equipamiento están al día, encontramos también unos terminados de buena calidad y robustos. EL INFORMADOR/D. Ledesma

Ficha técnica

Motor

V8; HEMI; 6.2 litros; supercargado; Potencia: 807 HP. Torque: 707 libras-pie.

Tracción

Trasera.

Transmisión

Automática de 8 velocidades con autostick.

Frenos

De discos ventilados en las cuatro ruedas, con ABS.

Suspensión

Delantera: Independiente de doble horquilla con barra estabilizadora.
Trasera: Independiente MultiLink con barra estabilizadora.

Dirección

Electrohidráulica progresiva.

Dimensiones (mm)

Largo: 5,028.

Ancho: 1,986.

Alto: 1,419.

Distancia entre ejes: 2,951.

Capacidad

Peso: 2,040 kilogramos.

Tanque: 70 litros.

Cajuela: 459 litros.

Precio

1’935,000 pesos. (Precio variable).
 

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