Para dar el último adiós a Vicente Fernández, su familia, amigos y público llevaron a cabo una misa de cuerpo presente en la Arena VFG, antes de que los restos del “Charro de Huentitán” fueran retirados para ser trasladados a un sepelio privado.La celebración en el inmueble ubicado en Tlajomulco reunió a 10 mil fanáticos del “Hijo del Pueblo”, cuyo cuerpo estuvo desde la noche del domingo al pie del escenario en el que los mariachis Azteca y Nuevo Tecalitlán interpretaron sus canciones más emblemáticas.El espectáculo tuvo como coro, en todo momento, a los seguidores del tapatío, quienes también tuvieron la oportunidad de acercarse a la tarima para presentar honores a la leyenda de la música ranchera.Tras finalizar la misa, Alejandro Fernández cantó a su padre “Volver, volver”, acto que fue seguido por una ola de aplausos por parte de los asistentes.Además, “El Potrillo” y su madre, Refugio “Cuquita” Abarca, resaltaron los esfuerzos de los médicos que atendieron al cantante durante los cuatro meses que estuvo internado en un hospital de Guadalajara. El ambiente y la emoción del evento fueron resumidos por el propio Alejandro Fernández en una sentida exclamación final: “¡Que viva Vicente para siempre!”.El ídolo se va, aunque su público no dejó de aplaudir en ningún momento. La Arena VFG se convirtió ayer en una inmensa capilla ardiente para decirle adiós por última vez a Vicente Fernández, en un acto celebrado la tarde de ayer lunes.Fue con una misa en honor a “El Charro de Huentitán” que la Arena se estremeció. El ataúd del ídolo estuvo acompañado por sus familiares, amigos y público, que desde las primeras horas comenzaron a llegar al recinto para presentar honores al cantante.Refugio Abarca, “Cuquita”, viuda de Vicente Fernández, permaneció durante toda la madrugada en vela y recibiendo los respetos en memoria de su esposo, cuyos restos fueron colocados al pie del escenario en el que los mariachis Azteca y Nuevo Tecalitlán hicieron un recorrido por el repertorio musical que hizo de Fernández una estrella internacional, una que impulsó a niveles insospechados el género ranchero.Acompañada nuevamente por sus hijos Vicente Jr., Gerardo y sus nietos, Cuquita Abarca se mantuvo cerca del féretro garantizando, como la familia lo anunció desde el domingo, que todo el público podría acercarse a los restos de Vicente para brindarle una despedida solemne, como el mismo “Hijo del Pueblo” lo había manifestado en vida.“A toda la gente que está aquí, a todas las personas que nos están viendo, que pidieron, mandaron bendiciones, mandaron decir misas, rezaron, por todas esas personas yo les mando la bendición con todo mi corazón. Les doy las gracias y que Dios los cuide a todos”, compartió al micrófono Refugio Abarca minutos antes de que los restos humanos de Vicente Fernández fueran retirados de la Arena VFG para realizar su sepelio en privado.El dolor del “Potrillo”Poco antes de las 15:00 horas, Alejandro Fernández, regresó a la Arena VFG y previo a reunirse con su madre y hermanos, “El Potrillo” recibió las condolencias de amigos y allegados que también hicieron guardias para presentar sus honores a “El Charro de Huentitán”.En el recinto de la carretera a Chapala se dieron cita luminarias del espectáculo como Gloria Calzada, Aida Cuevas y Pedro Fernández, así como el exboxeador Julio César Chávez, y el alcalde tapatío Pablo Lemus, quienes también acudieron a ofrecer su solemnidad al escenario principal, al igual que diversos colectivos de la charrería como las escaramuzas de Hacienda Colomos y Margaritas.“Le quiero dar las gracias a todas las personas que vinieron de cualquier parte de México, a todas las personas que estuvieron muy al pendiente de la salud de mi padre, en Estados Unidos, en México, en Sudamérica, en España; muchísimas gracias, a todos los medios de comunicación, a todos nuestros amigos, familiares. Gracias también, y les pido un fuerte aplauso a los doctores que estuvieron atendiendo a mi padre, que dieron hasta el último, hasta el final, por tratar de seguir, que estuviera aquí con nosotros”, expresó Alejandro Fernández, al concluir la misa, “¡que viva Vicente para siempre!”, añadió “El Potrillo” al cantar “Volver, Volver” y solicitar un aplauso para su madre “Cuquita”.Monseñor Óscar Sánchez Barba fue quien celebró la misa en honor al que también era llamado el “Cuarto Gallo de Oro de México”, recordando algunas anécdotas con el cantante, su gusto por la charrería y su pasión por la música, alentando al público a brindar aplausos para despedir a Vicente Fernández Gómez, nacido en 1940 en la comunidad de Huentitán El Alto.De acuerdo a personal de Protección Civil y Bomberos de Tlajomulco, Tlaquepaque y de Jalisco, corporaciones que ayudaron a mantener el orden entre el público en las gradas y en el acercamiento de los fans al féretro de Vicente Fernández, se estima que durante la misa estuvieron presentes cerca de 10 mil personas y alrededor de 50 mil se hicieron presentes desde que abrieron las puertas de la Arena, desde la tarde del domingo pasado.MQ
