Todo comenzó cuando el cineasta Marcelino Islas Hernández acompañó a su hija Sofía a una fiesta de 15 años y el acto se le hizo conmovedor, porque simbolizaba el crecimiento de una persona.Después coincidió que, en su faceta de maestro, proyectó en clase la cinta sesentera francesa Los 400 golpes (Dir. François Truffaut, 1960), nominado en su momento al Oscar, sobre un adolescente algo problemático.Y así, la maquinaria fue como comenzó a operar. Meses más tarde en la colonia Las Arboledas de Atizapán, en el Estado de México, estaba filmándose Mi novia es la revolución (Dir. Marcelino Islas Hernández, 2021) que este fin de semana llega a salas nacionales. Cabe señalar que esta cinta es una coming of age, es decir una historia en un tiempo determinado y en la que sus jóvenes personajes muestran sus inquietudes y caminan a la madurez. Con información de SUN.