Aunque la polémica estuvo rondando la realización de Dreamfields México, finalmente todo tuvo orden y buena vibra y el festival se realizó como lo planeado este sábado, la primera de sus dos fechas en el Valle del Estadio Akron. Hoy también el público tiene la oportunidad de divertirse con el segundo día de actividades de esta primera edición que encendió a cada instante el ánimo de los amantes de la electrónica.Karina Castro y su grupo de amigos llegaron desde Toluca, Estado de México, para vivir la experiencia del proyecto de origen holandés. Ella gastó cerca de cuatro mil 300 pesos entre los pases de entrada y el camión para estar los dos días del evento, más los gastos que hizo en nuestra ciudad en comidas y otros aspectos. Para la chica el evento está muy bien organizado, no hizo fila para comprar sus “tokens”, fichas que tienen un costo de 50 pesos cada una para comprar bebidas o alimentos.“La verdad los tres escenarios están de poca. Yo llegué desde las tres de la tarde y me la he pasado muy bien, aunque espero ver más show y luces cuando llegue la noche”. También dijo que los baños tenían fácil acceso y estaban limpios, “la experiencia está bien, sí regresaría el próximo año”.La experiencia está para todos los gustos, hay sonidos house, alternativos, electrónicos, progresivos, con tientes de pop y más heavys para los más intensos. La experiencia gastronómica es variada, desde las típicas tortas, hasta otras amenidades. Para los intrépidos hay dos ruedas de la fortuna y un juego mecánico al estilo sillas voladoras. Para quienes gastaron la energía de celular tomándose selfies y subiendo videos a sus redes sociales, hay centros de consumo donde pueden cargar sus baterías y, mientras esperan, pueden disfrutar de una bebida y continuar con la experiencia mientras se relajan en puffs.Y aunque el Sol hizo mella las primeras horas de la tarde, eso no impidió que el ánimo estuviera a tope. Más tarde caería el aire fresco. Ni hablar de los outfits, los más cómodos llegaron muy sports con tenis, shorts y playeras ligeras, pero también había drag queens como Becky D’Vich, quien llegó a derrochar glamour con un llamativo vestido dorado mientras los presentes le pedían la foto del recuerdo. Otros más venían en pijamas, un sujeto por ahí con una muy divertida de vaca, había otros más con sombreros irreverentes y peculiares, chicas vestidas de hadas y otras más con las típicas coronas de flores.Sobre el talento en escena, la dinámica estuvo muy variada y para todos los gustos. “La mezcla de la música estaba muy padre, D Sides conectaba con la gente a pesar de la resolana. Yo vine a ver a Alesso y aquí me quedaré hasta que salga, me encanta”, dijo Damián, otro de los espectadores. Desde las 14:00 horas los beats empezaron a sonar gracias al talento de gente como Sugar Rush, que cargaba con orgullo una bandera mexicana desde el escenario Mainstage, Contest Winner estuvo antes.En el escenario Armada Music estuvo Broz RDZ y Ray Vega, mientras que en el XXLerator Stage estaba la música más progresiva con DJ’s como Villain y Rebourne. Al cierre de esta edición continuaba el festival en su máximo apogeo para esperar a los headliners de la noche: Don Diablo, Firebeatz, Sub Zero Project, el performance que esperaba Karina, y por supuesto, el estelar, Alesso.