Domingo, 15 de Junio 2025

¿Por qué le decían "Chespirito" a Roberto Gómez Bolaños?

Aunque comenzó su carrera como escritor, Chespirito alcanzó la fama internacional como actor, productor y creador de personajes entrañables como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado

Por: Brenda Barragán

Al igual que Shakespeare, sus historias conectaron con personas de todas las edades y contextos, a través de personajes simples pero universales. INSTAGRAM/Roberto Gómez Bolaños

Al igual que Shakespeare, sus historias conectaron con personas de todas las edades y contextos, a través de personajes simples pero universales. INSTAGRAM/Roberto Gómez Bolaños

Roberto Gómez Bolaños es un nombre que marcó a generaciones enteras de habla hispana. Sin embargo, muchos lo conocen más por su famoso apodo: Chespirito. ¿Cuál es el origen de este sobrenombre tan peculiar? La historia detrás del nombre tiene una mezcla de ingenio, cariño y reconocimiento al talento literario del comediante mexicano.

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Un apodo con raíces shakesperianas

El apodo “Chespirito” fue creado por el director de cine mexicano Agustín P. Delgado, quien trabajó con Gómez Bolaños en la década de 1950. En aquel entonces, Roberto se desempeñaba como guionista en la industria cinematográfica, escribiendo para películas y programas de televisión. Delgado, impresionado por su habilidad para contar historias cómicas y su creatividad, comenzó a llamarlo “Shakespearito”, una forma diminutiva de Shakespeare, en alusión al célebre dramaturgo inglés William Shakespeare.

Con el tiempo, el apodo fue adaptado fonéticamente al español y se convirtió en “Chespirito”, como una manera más informal y cercana de pronunciarlo. El sufijo "-ito" también hacía referencia a la estatura baja de Roberto, quien medía alrededor de 1.60 metros, pero sobre todo reflejaba afecto y admiración.

Aunque comenzó su carrera como escritor, Chespirito alcanzó la fama internacional como actor, productor y creador de personajes entrañables como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado. Estos programas no solo conquistaron al público mexicano, sino que también se difundieron en toda América Latina, e incluso en países como Brasil, donde se convirtieron en clásicos de la televisión.

El talento que motivó su apodo se mantuvo constante durante toda su carrera: Chespirito fue un narrador nato, capaz de combinar humor con crítica social, ternura y un profundo entendimiento de las emociones humanas. Al igual que Shakespeare, sus historias conectaron con personas de todas las edades y contextos, a través de personajes simples pero universales.

El nombre “Chespirito” dejó de ser solo un apodo para convertirse en una marca cultural. Con él firmó sus guiones, encabezó sus programas y fue reconocido por generaciones de televidentes. Años después, cuando ya era una figura consagrada en el mundo del entretenimiento, ese sobrenombre seguía representando su ingenio, su creatividad y su legado.

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Así, lo que comenzó como una comparación amistosa con uno de los mayores escritores de la historia, terminó siendo un nombre inmortal en la comedia hispanoamericana.

BB

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