Triunfar con un proyecto musical a nivel mundial en poco más de un año pareciera una gesta imposible, pero para el concepto Boy Pablo es una realidad que se disfruta al máximo. Desde Noruega, esta banda encabezada por Nicolás Pablo Muñoz avanza a pasos agigantados en el terreno de la nueva oleada del indie.Pablo y su agrupación conformada también por Gabriel Muñoz, Eric Tryland, Henrik Åmdal y Sigmund Vestrheim, llegan por primera vez a México y tienen en la mira a Guadalajara para sumarse al talento internacional que hoy se presenta en el festival Corona Capital en la Perla Tapatía.Previo a su presentación, Pablo lanza una mirada a la rápida evolución que ha tenido este proyecto en el que de manera independiente y con el apoyo de las redes sociales ha logrado posicionarse en los principales foros de Europa y con el reto de conquistar nuevas audiencias en Estados Unidos y América Latina.“Es increíble, vemos ahora que publicar un video de YouTube es como si ya estuvieras tocando en México, por ejemplo, en cualquier parte del mundo. Ha sido una cosa muy buena, pero también te puede estresar un poco el que te pasen tantas cosas en tan poco tiempo. Pareciera que esta carrera la hemos hecho durante muchos años, pero no hemos pasado del año y medio que empezamos con fuerza”.Aunque la influencia europea de la electrónica y el rock son evidentes en las canciones de la agrupación noruega, Pablo tiene presente la esencia latina al ser hijo de padres chilenos, con quienes dominó perfectamente el idioma español para abrirse paso a culturas distintas y que en su llegada a México le han permitido una cercanía inmediata con el público.“Siempre tratamos que la próxima canción sea mejor a la anterior. Empecé a escuchar diferente tipo de música para que nuestra producción se perciba más nueva, que no suene a lo mismo todo el tiempo. Es muy fácil quedarte en el mismo lugar, en el mismo sonido, me gustaría explorar otras cosas, trato de integrar nuevos instrumentos”.Si algo ha caracterizado a Boy Pablo es la presencia escénica de sus conciertos que, si bien buscan ofrecer una experiencia al sonido grabado en estudio, el prestarse a la improvisación en vivo también ha permitido que el público tenga una visión distinta al estar cara a cara.“Tenemos canciones que son muy diferentes en vivo, pero tratamos de que la mayoría de canciones las toquemos como son, pero agregando también otro tipo de improvisación, bailar en el escenario, por ejemplo, hacer más cosas mientras tocamos, dar otro sentimiento en el foro”.El músico y cantante que ha despuntado a la fama internacional con canciones como “Everytime” y recientemente con “Losing you”, por lo que no descarta en el futuro abrirse terreno en corrientes sonoras como el rock y el soul.“Me gustaría explorar también el soul y hacer un estilo más rockero, lo he escuchado desde que era pequeño, o el funk. Ahora estamos haciendo nuevas canciones que son más rockeras con toques de bossa-nova, con soul”.
