Martes, 16 de Abril 2024

México no aceptaría condiciones en TLCAN por tema del acero

Según una fuente relacionada, lo ideal sería que se limitara a países que “representan un riesgo” a EU; ayer concluyeron los trabajos técnicos en el séptimo round de negociación del Tratado

Por: El Informador

Trato. Donald Trump anunció el jueves que impondría aranceles de 25% a las importaciones de acero y 10% a las de aluminio. AFP

Trato. Donald Trump anunció el jueves que impondría aranceles de 25% a las importaciones de acero y 10% a las de aluminio. AFP

México no aceptaría un condicionamiento de parte de Estados Unidos (EU) en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vinculado a una posible réplica ante la latente imposición de aranceles al acero y aluminio, dijo una fuente con vinculada al tema.

“Si hubiera una especie de condicionamiento de Trump, que de alguna manera aceptáramos los aranceles o hubiera alguna afectación, no hemos escuchado nada al respecto, obviamente sería una cuestión que no aceptaríamos” comentó la fuente.

Añadió que “lo ideal sería claramente que no se impusieran este tipo de medidas o que los limitara a países que de veras pudiera justificar EU que representan un riesgo”, ya que en “una economía global cualquier imposición de esta naturaleza acaba afectando a tus sectores clave”.

Agregó que es necesario esperar a conocer cuál será la determinación que tomará EU en el tema y si aceptará las recomendaciones del departamento de Comercio, por lo que México todavía confía en ser excluido de la medida anunciada.

 

El presidente Donald Trump, anunció el jueves que en próximos días informaría sobre la imposición de aranceles de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las importaciones de aluminio, en respuesta a lo que calificó como un trato injusto de otras naciones a productos estadounidenses.

El viernes pasado, un funcionario de la Casa Blanca confirmó el decreto por el que impondrán los aranceles y dijo que no exentará a ningún país, por lo que el anuncio se dará “en algún momento de la próxima semana”.

Ayer continuaron los trabajos en la séptima ronda de negociaciones del TLCAN en un hotel de Polanco en la Ciudad de México. Hasta ahora sólo el capítulo de buenas prácticas regulatorias se ha cerrado durante las negociaciones en la séptima ronda en México, el cual se suma a otros cuatro capítulos que concluyeron en rondas previas.

Según la agenda de esta séptima ronda, ayer concluyeron los trabajos técnicos en el séptimo round, aunque aún no hay noticias de avances en los temas de mayor conflicto como las reglas de origen del sector automotriz, estacionalidad y la cláusula de extensión del TLCAN, entre otros.

Republicanos ignoran decisión

Los republicanos en el Congreso de Estados Unidos se han inclinado por ignorar las caprichosas políticas del presidente Donald Trump, sabiendo que lo que él dice sobre control de armas, inmigración u otros temas complicados puede cambiar de un día al siguiente.

Pero la decisión de Trump de aumentar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio ha provocado una rara urgencia entre republicanos, que ahora están apurados por convencer al presidente de que tal aumento desataría una guerra comercial que podría detener las ganancias recientes de la economía si es que él no da marcha atrás.

El asunto enfrenta las promesas populistas que Trump hizo a sus votantes contra la ortodoxia de libre comercio de su partido y los intereses de los líderes empresariales. Contrario a cambios recientes sobre inmigración y control de armas, Trump puede alterar la política comercial con una orden ejecutiva. Eso intensifica la presión sobre los legisladores republicanos para hacerle cambiar de opinión antes de que apruebe las sanciones.

Luego que Trump hizo el sorpresivo anuncio del aumento de aranceles, el presidente de la cámara baja Paul Ryan, republicano de Wisconsin, lo llamó. Ryan sigue esperando que la Casa Blanca reconsidere su decisión. El senador Ben Sasse, republicano por Nebraska, y otros legisladores han ofrecido a Trump asesoría privada. Algunos están apelando a su deseo de ver una bolsa robusta y advirtieron que los castigos comerciales podrían deshacer algunas de las ganancias que ellos atribuyen a la reforma fiscal que Trump promulgó el año pasado.

LA UNIÓN EUROPEA ANUNCIÓ MEDIDAS CONTRA EMPRESAS ESTADOUNIDENSES
Trump reta a la UE y amenaza con impuestos en el sector automotor

El presidente estadounidense Donald Trump aumentó el tono de su retórica de guerra comercial con la Unión Europea (UE) al amenazar ayer con una tasa a las importaciones de autos europeos, si la UE responde a su decisión de imponer derechos de aduana al acero y aluminio.

“Si la UE pretende subir las tasas y las ya enormes barreras a las empresas estadounidenses que hacen negocios allí, aplicaremos simplemente tasas a sus automóviles que entran libremente a Estados Unidos”, tuiteó Trump.

Esto después de que el viernes el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, afirmara que los países miembros se defenderán de los nuevos aranceles anunciados por la Casa Blanca.

La UE anunció el viernes que prepara medidas contra empresas estadounidenses como Harley-Davidson, el whisky bourbon y los vaqueros Levi’s, un día después que Trump comunicara su intención de imponer aranceles del 25% para el acero y de 10% para el aluminio importados por Estados Unidos, con el fin de proteger la industria siderúrgica nacional.

Más tarde, el presidente estadounidense amenazó a los socios comerciales de su país con “tasas recíprocas”.

Trump criticó también duramente los acuerdos comerciales negociados por sus predecesores, a quienes acusó de haber provocado la pérdida de millones de empleos industriales en Estados Unidos.

Asimismo, el mandatario acusó a la UE de dificultar la venta de automóviles de origen estadounidense en el mercado único, hasta el punto de “hacer imposible” comerciarlos en el Viejo Continente, lo que supone, según dijo, “una gran desequilibrio comercial”.

Más perjudicados que beneficiados

La decisión del presidente Donald Trump de imponer aranceles sobre el acero importado tiene por objeto proteger a una industria que emplea a unos 140 mil estadounidenses, pero al aumentar el precio del acero, esos mismos aranceles perjudican a un grupo mucho mayor de trabajadores estadounidenses: los 6.5 millones que trabajan en industrias que compran acero, desde fabricantes de automóviles o aviones hasta proveedores de materiales de construcción.

Los precios altos se trasladarán a su vez a las empresas que utilizan esos materiales y, potencialmente, a los consumidores que compran los productos terminados.

Algunos economistas advierten que si los consumidores deben pagar más por autos o si los negocios pagan más por equipo pesado, la desaceleración en el gasto podría obstaculizar la economía.

El secretario de Comercio, Wilbur Ross, minimizó cualquier temor de que las empresas consumidoras de acero puedan sufrir de alguna manera significativa. “Eso es trivial”, dijo Ross. Argumentó que los aranceles sólo sumarían unos 175 dólares al costo de un auto de 35 mil.

Sin embargo, anteriores sanciones comerciales contra el acero importado no han logrado detener una caída constante de los empleos siderúrgicos estadounidenses.

MENSAJE CONCILIADOR
China busca aliviar tensiones comerciales

El principal asesor económico del presidente Xi Jinping expresó a varios líderes empresariales estadounidenses en Washington la esperanza de China de que la Casa Blanca reanude el diálogo de alto nivel sobre las disputas económicas y designe un nuevo enlace principal para calmar las crecientes tensiones comerciales, reveló una persona informada sobre el asunto.

El asesor, Liu He, agregó que este mes se hará cargo de los esfuerzos de reforma y que quiere una lista de las demandas estadounidenses sobre lo que China puede hacer para aliviar las tensiones, según la fuente, que pidió el anonimato a cambio de hablar de una reunión confidencial.

Liu habló en un evento con ejecutivos, entre ellos el ex secretario del Tesoro, Hank Paulson, y los directores ejecutivos de JP Morgan Chase y el fabricante de chips Qualcomm.

Las afirmaciones fueron parte del mensaje conciliador con el que Liu se acercó esta semana a Estados Unidos, el socio comercial más grande de China.

Su viaje a Washington se vio ensombrecido por el anuncio del presidente Donald Trump de que aplicará nuevos aranceles a las importaciones de acero y aluminio.

El ministerio de Comercio de China afirmó que el plan de Trump “dañaría gravemente los mecanismos comerciales multilaterales representados por la Organización Mundial del Comercio y seguramente tendrá un gran impacto en el orden comercial internacional normal”.

Ex asesor de Trump vende acciones

El multimillonario inversionista Carl Icahn vendió casi un millón de acciones de una empresa vinculada a la industria acerera antes que el presidente Donald Trump anunciara aranceles a las importaciones de acero y aluminio a Estados Unidos. Icahn tiene vínculos con Trump; fue asesor sin pago del presidente hasta agosto, cuando renunció. Un informe indica que Icahn vendió el mes pasado 31.3 millones de dólares en acciones de la fabricante de grúas Manitowoc Co. Esta compañía se vería afectada por el posible aumento de aranceles.

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