Apenas unos días después del triunfo de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, Citigroup, el tercer mayor banco de ese país, advirtió que las propuestas económicas del republicano podrían conducir a la economía global a una recesión. Un año después, la economía norteamericana mantiene un crecimiento económico estable y la probabilidad de una recesión ha disminuido. Según analistas, el ritmo de crecimiento, las condiciones de pleno empleo y el repunte de la inflación en Estados Unidos no han sido un reflejo de políticas económicas implementadas por el presidente, sino reflejo de políticas implementadas años atrás. Mario Campa, fundador de la firma de análisis Latam PM, destacó que en los tres primeros trimestres de la administración Trump el crecimiento económico estuvo por encima de lo esperado, pero no es por méritos de su gobierno, sino porque su gobierno cosecha años de política monetaria y fiscal expansiva. “Lo más esperado es su reforma fiscal, y aún no se materializa”, señaló Campa. “Si la reforma fiscal es aprobada, el precio del petróleo continúa subiendo y comenzamos a ver presiones salariales a causa de lo apretado del mercado laboral, es muy probable que veamos brotes inflacionarios a partir del próximo año”. En caso de materializarse este escenario, añadió, la Fed tendrá que comenzar a subir tasas a un ritmo quizá mayor a lo actualmente esperado y ahí es cuando se podrá realmente hacer un juicio sobre la administración Trump. Otro frente que el presidente de Estados Unidos mantiene abierto es el comercial. Durante su campaña prometió reducir el déficit fiscal de su país a través de mejores tratados comerciales, sin embargo, éste último se ha incrementado. En el último año, el déficit creció 6.20 por ciento, mientras que desde que asumió la presidencia creció 10.3 por ciento, de acuerdo con datos del Buró de Censos. “Trump heredó una economía moderadamente saludable y hasta ahora no lo ha arruinado”, señaló recientemente Justin Fox, columnista de Bloomberg y director editorial de Bloomberg Business Review. LEA TAMBIÉN: Convocan a gritar "de impotencia" en aniversario de elección de TrumpAlejandro Cervantes, economista senior de Banorte, dijo que la Inversión Fija Bruta en México es uno de los indicadores donde se puede ver el “efecto Trump”. “Claramente hemos visto una fuerte desaceleración en los ocho primeros meses del año, a pesar de que la capacidad utilizada de las empresas, particularmente manufactureras, está en máximos históricos. La capacidad utilizada de las empresas es un indicador adelantado de cómo se debería haber comportado la inversión”, indicó. Los flujos de dinero han mostrado un comportamiento contrastante desde que Donald Trump ganó las votaciones el 8 de noviembre de 2016, favoreciendo a los mercados accionarios y afectando al mercado de divisas y al de deuda. Las bolsas se han visto impulsadas por la mejoraría en la economía estadounidense, los reportes positivos de las empresas, pero también por las expectativas favorables despertadas por el programa de apoyo económico y fiscal propuesto por la nueva administración. El promedio industrial Dow Jones, el S&P 500 y el tecnológico Nasdaq acumulan incrementos de 28.5, 21.1 y 30.3 por ciento en el último año. Con este comportamiento, han prolongado la expansión más larga y pronunciada en lo que va del presente siglo. A la propuesta fiscal de Trump se suma la debilidad del dólar en el mercado internacional que ha ayudado a incrementar la competitividad del sector exportador de Estados Unidos. El índice que mide el comportamiento del billete verde frente a una canasta de diez divisas presenta un retroceso de 1.3 por ciento del 8 de noviembre del 2016 al cierre de la jornada de ayer. Además, el “miedo” va a la baja. El indicador de volatilidad VIX reporta una caída de 46.9 por ciento desde el día en que ganó las votaciones Donald Trump. En ese mismo periodo, el oro se ha mantenido estable y la plata reporta un retroceso de 7.7 por ciento.
