Mientras la afición ya visualiza el partido inaugural de la Copa del Mundo 2026 en el Estadio Azteca contra Sudáfrica, el cuerpo técnico de la Selección Mexicana tiene una tarea pendiente más urgente: definir la "clase media" del equipo. Los partidos amistosos confirmados para enero contra Bolivia y Panamá no son para las estrellas europeas, son el examen final para el talento de la Liga MX.Duilio Davino, director de selecciones nacionales, confirmó estos duelos fuera de Fecha FIFA con una intención clara: ver quién tiene el carácter para subirse al Mundial de último momento. Pero, ¿sirven estos rivales para preparar el Grupo A?Panamá es el laboratorio perfecto para enfrentar a Sudáfrica. El cuadro canalero ha desarrollado un biotipo y un estilo de juego que prioriza la potencia física y la velocidad en transición, rasgos distintivos del futbol africano.Enfrentar a los panameños obligará a la defensa mexicana a gestionar la velocidad a campo abierto y el choque físico, simulando el escenario táctico que presentarán los "Bafana Bafana" el 11 de junio. Es el ensayo ideal para medir si los defensores de la liga local pueden sostener el ritmo de un Mundial.Por otro lado, Bolivia presenta un desafío distinto. Lejos de la dinámica de Corea del Sur (el segundo rival de grupo), los bolivianos suelen plantear bloques defensivos densos. Este partido servirá para que Aguirre evalúe la capacidad de sus creativos para abrir defensas cerradas, un escenario muy probable si el tercer rival (el ganador del repechaje europeo) decide especular con el resultado en la altura de la Ciudad de México. Además, el roce sudamericano siempre ofrece esa cuota de "colmillo" y fricción necesaria para endurecer el carácter del equipo.Enero no será glamuroso, no estarán César “Chino” Huerta, Jesús Orozco Chiquete, ni Santiago Giménez por lesión, pero será vital para jugadores como, Marcel Ruiz o los laterales de la liga local; estos 180 minutos contra Panamá y Bolivia son la diferencia entre ver el Mundial 2026 desde la tribuna o desde la banca del Tri. El "Vasco" ya tiene su 11, ahora busca a sus soldados.Panamá, ya clasificado al Mundial, es, quizás, el mejor "sparring" disponible en la región para simular a Sudáfrica.Físico y Velocidad: Bajo el mando de Thomas Christiansen, Panamá ha evolucionado hacia un futbol muy atlético, de transiciones rápidas y fuerza física en los duelos individuales. Esto es un espejo directo de lo que ofrece Sudáfrica: equipos que si les das espacio, te matan por velocidad en las bandas.Juego Directo: Al igual que los equipos africanos, Panamá se siente cómodo cediendo la posesión y contragolpeando. Esto obligará a la defensa mexicana (con jugadores locales) a estar atenta a las vigilancias defensivas y al repliegue, un ensayo crucial para el partido inaugural.Bolivia, que apenas jugará el repechaje intercontinental, no se parece a Corea del Sur (que es dinámico y técnico), pero ofrece otros valores de preparación que podrían simular escenarios ante el rival europeo (quien sea que gane el repechaje) o situaciones específicas de partido:Romper el "cerrojo": Bolivia, cuando sale de la altura de La Paz, suele plantear esquemas ultradefensivos (líneas de 5, bloque bajo) para sobrevivir. Esto le sirve a México para practicar paciencia y creatividad en espacios reducidos, algo que necesitará si el rival europeo decide cerrarse atrás en el Estadio Azteca para buscar el empate.Fricción Sudamericana: Aunque no tienen la técnica europea, el jugador boliviano ofrece el roce, la maña y la fricción competitiva de CONMEBOL. Esto curte el carácter de los jugadores de Liga MX que no tienen tanto roce internacional, preparándolos para la intensidad mental de una Copa del Mundo.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MB